viernes, 11 de septiembre de 2015

El mejor homenaje a Don Enzo Ferrari, un 11 de septiembre de 1988


Para comenzar a revivir ésta epopeya, hay que retroceder hacia el año 1988 y tener en cuenta algunos datos relevantes:
    La Scuderia Ferrari  transitaba  el noveno, de los finalmente veintiún años consecutivos sin conseguir el Campeonato de Pilotos de la Formula 1.
    Paradójicamente hacía 9 años que los de maranello lograban un triunfo en Monza. El último habia sido en manos del sudafricano Jody Scheckter en el mismo Grand Prix que se consagró campeón y a hasta la Era Schumacher como el último monarca con un monoplaza de la casa italiana.
   La temporada 1988 no era la mejor para Ferrari y el resto de las escuderias  porque la poderosa dupla anglo-japonesa Mclaren Honda de la mano de los dos  grandes pilotos de la época como Ayrton Senna y Alain Prost dominaban a diestra y siniestra todo el certamen sin dejarle oportunidad alguna de victoria a sus rivales. Unas carreras antes de arribar al mítico trazado milanés los "rossos" se habian quedado con la miel en la boca en tierras británicas, ya que en una carrera marcada por condiciones climáticas adversas, el piloto de Ferrari, Gerhard Berger perdió la punta al tratar de evitar un choque con el francés Prost en el 13er giro. En consecuencia termina sirviendole en bandeja el triunfo al legendario Ayrton Senna con su Mclaren.
   Volviendo  donde nos  habíamos quedado, la Scuderia llegaba a su templo sin ser el favorito de adjudicarse la carrera, y con una multitud de aficionados de Ferrari y del mundo motor que asistieron a la cita italiana en memoria del alma matter del equipo, su creador, Enzo Ferrari, tambien apodado por la gente de la factoría modenesa  como "Il Commendatore".
    En aquel fin de semana de septiembre debutaba con el equipo Williams, en reemplazo del ingles Nigel Mansell, el frances Jean-Lous Schlesser. En la jornada sabatina el paulista Senna se queda con la Pole-Position tras derrotar a su compañero Prost en la sesion clasificatoria mientras que detras de los hombres de Mclaren aparecian los 2 gladiadores rojos (Berger y Alboreto) y completando los 6 primeros puestos Eddie Cheever y Derek Warwick con sendos Arrows.
   Ya en la tarde dominical,  jornada inesperada, pero indispensable para la gente de la marca italiana, la carrera comenzó como en la mayoría de las de aquella temporada, los 2 hombres de Mclaren escapándose del resto con sus monoplazas imbatibles y reservandose en los primeros compases del Gran Premio, una lucha en la que Senna con el monoplaza albirrojo pierde la punta en los primeros metros pero al llegar al final de esa vuelta supera a su compañero Prost y se reubica como líder de la carrera. Los giros se sucedian y los coches británicos se escapaban como diablos a un ritmo de 1 segundo por vuelta hasta que en el giro 34 de 51 pactados ocurre lo que jamás nadie  hubiese predecido, estalla el impulsor V6 Turbocomprimido al galo Alain Prost.
   Tras éste hecho, los Ferrari comienzan a recortarle segundo a segundo, vuelta tras vuelta al brasileño Ayrton Senna. Tras observar la situación, Ron Dennis,  jefe del equipo anglojaponés  pide que presione más y más fuerte el acelerador para evitar que los "rossos" sigan acortando la diferencia. De repente a pocas vueltas del final Senna se topa con el Williams rezagado de Schlesser y queriéndo adelantar al debutante, se toca con éste y termina fuera de carrera.
   Tras este incidente  queda el camino libre para que los hombres de la Scudería sellen en tierras milanesas, no sólo el mejor resultado de aquél complicado 1988, sino tambien una dedicatoria al gran Enzo Ferrari, a 1 mes de su desaparición física.
Berger camino a la victoria en Monza, gran actuacion del austríaco.
   En aquella tarde del 11 de septiembre se adjudicó la prueba el austríaco Gerhard Berger, seguido de su coequipier el italiano Michele Alboreto, quien 3 años atrás se podría haber quedado con el GP de Italia, y la mala suerte impidió que se erigiera vencedor en su terruño natal, y ser el último coterráneo campeón con Ferrari. Completando los 3 primeros llegaba el norteamericano Eddie Cheever quien logra así un gran resultado para el humilde equipo Arrows. Una multitud invadía la pista para celebrar aquel triunfo que quedó y quedará marcado a fuego para la posteridad en el corazón ferrarista. Una celebración muy emotiva con las notas del "Fratelli d`Italia" sonando. Los hombres cerraban el puño y lo apretaban junto a su pecho mientras lloraban recordando lo que fue Enzo Ferrari en sus grandes momentos y soñando lo que sería el futuro.
Otro dato curioso es que esa fue la unica carrera en la que ningun coche del equipo Mclaren sumó puntos. Además cabe destacar que los fanáticos de "La Rossa" deberían esperar 8 años para volver a ver un piloto del equipo más laureado de la historia en lo más alto del podio del Autodromo Internazionale D' Monza. Recien en 1996 pudieron volver a plantar victoria en la catedral del automovilismo, pero ésta vez sería de la mano del germano Michael Schumacher, aunque ya todos conocemos esa historia.

Un merecido homenaje para los aficionados italiano y para Don Enzo Ferrari
 PD: Quiero mandarle un  saludo a un gran amigo, tambien bloguero con quien debato muy a menudo sobre la Formula 1, Dani Arias, quien me pidió que suba este artículo aquí, lo he redactado el año anterior (2014) pero como no tenía mucho conocimiento a la hora de manejar un blog desistí en aquel momento, pero ahora aquí lo tienen.
Muchas gracias a ti Dani por darme la idea de publicarlo. Por si les apetece sentarse en su sofá aquí les dejo la dirección de su blog: elsofadelaf1.blogspot.com