sábado, 2 de diciembre de 2017

Fui felíz mientras duró

Es complicado describir la temporada 2017 con una imagen, pero creo que ésta puede ayudar un poco en eso. Foto: Web oficial de la Fórmula 1.





   Concluyó otra temporada más del mundial de fórmula 1, un mundial que volvió a tener la chispa que se había perdido tras los insípidos dominios ejercidos  primero por Red Bull, y luego de forma más aplastante por parte de Mercedes. Si bien, en la época dominante de los primeros mencionados tuvieron dos temporadas donde sudaron para conseguir los títulos, claramente fueron superiores durante ese periodo. Mientras que los alemanes dominaron con tranquilidad y holgura las temporadas posteriores brindando la posibilidad de que sus pilotos se disputen el certamen. Sin embargo para este 2017, y tras años de numerosas decepciones, renació de las cenizas un caballo rampante dispuesto a romper con el orden existente.


   Por supuesto, para ésta temporada junto al incombustible corcel italiano, no podía faltar un enérgico toro austríaco con el sueño de reverdecer los laureles que supo amarrar durante los primeros periplos de ésta década, pero que en los últimos años se fueron marchitando. Contamos también con la presencia de otros grandes protagonistas pero a pesar de su labor no lograron robarse el show como bien lo hicieron los anteriores.


   La temporada arrancó con viento a favor para Ferrari, y por primera vez después de muchos años nos dimos el lujo de poder presenciar un mano a mano entre Hamilton y Vettel sin tanta diferencia entre uno y otro. Personalmente pude tras casi una década apreciar una temporada que me recuerde a aquel lejano pero nostálgico 2008 que una inmensa huella dejó en mí. Siendo sincero fue como revivir una parte de mi infancia mirando este deporte, y lo cierto es que en algunas cosas ésta temporada tuvo un poco de semejanza con 2008. Matando un poco el asunto de la nostalgia, Mercedes recuperó su forma y en reiterados momentos de la temporada mostró su superioridad  frente a las máquinas italianas, lo cual les permitió consagrarse una vez más como campeones.

Ahí se decidió todo: Vettel se cierra y provoca que Verstappen y Räikkönen
lo embistan en un aparatoso accidente que le costó el campeonato al germano y Ferrari.



   Red Bull que arrancó de forma tibia el campeonato, fue capaz de capitalizar los momentos donde la fortuna no estuvo del lado de Ferrari, y logró llevarse un puñado de victorias que valen su peso en oro, además hay que tener en cuenta que el motor Renault siempre estuvo detrás de sus rivales. Por tanto, el resultado final de los energéticos es meritorio.


   Como una noche de discoteca de esas en las que todo es diversión, 2017 ofreció numerosas batallas y duelos para apreciar que hacía tiempo que no se veían. Particularmente para poder ver a Vettel y Hamilton enfrentados de forma directa con armas en cierta medida similares, hubo que esperar numerosas temporadas  ya que durante el ciclo dominante de Red Bull el piloto inglés no contó con el vehículo ideal para plantarle cara de forma directa al germano, y luego en la actual era híbrida, Vettel estuvo en la misma situación que el moreno frente al poderío de los Mercedes. Lo que se vivió durante todo el año gracias a estos dos Tetracampeones fue fenomenal, no siempre coincidieron en pista para pelear cuerpo a cuerpo pero las veces que lo hicieron no decepcionaron, a excepción de Azerbaiyán donde Hamilton ralentizó al ferrarista durante la presencia del Safety Car lo que provocó que el alemán del equipo italiano le diera un empujón a su rival, generando así una de las grandes polémicas del año.


   Los focos no estuvieron centrados únicamente en Ferrari y Mercedes, sino que también hubo varios equipos que merecen la atención en éstas líneas por su rol tanto positivo como negativo. Los muchachos de Force India marcaron otra excelente temporada donde lograron consolidarse como la cuarta fuerza, solo detrás de los equipos con mayor cantidad de recursos, optimizando y exprimiendo cada parte de su monoplaza. Sin embargo su talón de Aquiles fue tener en sus filas dos pilotos con el mismo apetito de gloria, puesto que Pérez y Ocon no se supieron manejar como verdaderos compañeros de equipo y en ocasiones se llegaron a complicar la vida al punto de que el equipo hindú se vio obligado a tomar cartas en el asunto e imponer órdenes de equipo. Aun así, el daño ya estaba hecho porque el equipo perdió de las manos una utópica pero no imposible victoria en la alocada carrera de Azerbaiyán.


   Williams parecía estar destinada a mejorar el flojo potencial mostrado sus anteriores temporadas, no obstante cualquier expectativa creada en el equipo de Grove fue en vano. Sufrieron toda la temporada con un vehículo que en condiciones normales solo podía pelear los últimos lugares de la zona puntuable y con una pareja de pilotos que fue el ying y el yang, es decir un Stroll con muchísimo por mejorar y aprender, y un Massa que sólo retornó para relevar a Bottas en el equipo británico. Para 2018 esperan  contar con Robert Kubica, quien tras años de ausencia por un accidente donde perdió prácticamente la movilidad de una mano, regresa para hacer historia y demostrar que nada imposible de lograr.


Kubica superó las barreras que impedían su regreso a las pistas, y será un nuevo protagonista para 2018.




   Renault mejoró sustancialmente pero si no lograron acercarse a Williams lo suficientemente fue porque Hulkenberg manejó prácticamente solo durante la temporada y porque su unidad de potencia todavía no logra estar a la altura de las fabricadas por Ferrari y Mercedes. Tras el despido de Palmer pudieron puntuar con Sainz pero sufrieron más reveses que aciertos. Renault buscará asentar las bases que le permitan en futuro ser un firme candidato al título.


   Como mencioné meses atrás, McLaren volvió a decepcionar, y ésta temporada no se puede salvar porque prácticamente hicieron el ridículo desde el vamos llevando a cuestas el deplorable motor Honda, tras la ruptura de relaciones entre McLaren y los japoneses las cosas mejoraron un poco pero ya sellaron el acuerdo con Renault y el último capítulo de los de Woking junto a los de Sakura no es más que un triste recuerdo de un pasado que esperan olvidar. Alonso una vez más volvió a relucir sus grandes cualidades como piloto sacando resultados de un vehículo impresentable para un piloto de su jerarquía, y si bien su compañero Vandoorne no impresionó demasiado, pudo en algunas oportunidades batir al legendario piloto español.



¿Será positivo el cambio de motorista que inicia McLaren?




   Toro Rosso por otro lado, fue el equipo pequeño que más inestabilidad vivió durante este ciclo ya que los problemas del motor Renault, el flojo rendimiento de Kvyat, y los incidentes del piloto ruso con su compañero Sainz le privaron de conseguir algunos puntos, los puntos obtenidos por el español en Singapur fue el techo del equipo de Faenza que se fue desinflando y con el  ascenso de Gasly y Hartley, sumado al despido de Kvyat y el traspaso del mismo Sainz a Renault confirmó una temporada plagada por la incertidumbre. Para 2018 calzarán el motor Honda y se espera que puedan obtener un buen rinde con los nipones para que Red Bull, su equipo jefe, pueda reencontrar el camino hacia el éxito.


   Haas y Sauber hicieron un papel decente siendo a priori los equipos más humildes del campeonato. En el caso de los norteamericanos, pudieron puntuar mucho más que en 2016 cuando tenían a un piloto de bajo nivel como Gutierrez. Sin embargo, volvieron a pagar una vez más las consecuencias de gestionar un equipo low cost, lo que les privó de ganarle el sexto  peldaño del campeonato de constructores a Renault.


   Mucho peor le fue a Sauber, el equipo más pobre del calendario que con un motor más antiguo que todos sus rivales, y la imposibilidad de realizar un auto competitivo, tuvo que apelar a la suerte y a las habilidades del talentoso Pascal Wehrlein, quien trajo a Hinwill los únicos 5 puntos cosechados por el equipo helvético finalizando últimos en el campeonato de constructores. Los suizos esperan para 2018 abandonar el fondo de la grilla de la mano de Alfa Romeo con quienes realizaron una asociación que incluirá una gran colaboración entre ambos. Además, contarán con el promisorio Charles Leclerc quien espera demostrar en la Formula 1 lo que ya logró en las categorías inferiores.


   A fin de cuentas, fue una temporada que pasó con muy buena nota las exigencias que se hacían rogar respecto a las temporadas anteriores. En 2014 y 2016 tuvimos definiciones por el campeonato en la fecha final pero no generaron las mismas sensaciones que la de 2017 que se mantuvo espectacular hasta que Ferrari y Vettel fueron perdiéndole el paso a Hamilton a causa de fallos mecánicos y decisiones erróneas que les costaron el campeonato, mientras que el inglés tuvo un año impecable sin abandonar ninguna de las 20 carreras disputadas, y teniendo como peor resultado el noveno lugar cosechado en México, fecha donde una vez más gritó campeón. Su manejo durante todo el año fue increíble y demostró una vez más por qué es el mejor. Por otro lado, como muchas buenas noches de discoteca lo mejor tuvo un final algo anticipado pero lo importante fue haber sido testigo una vez más de la última temporada de una Formula  1 sin elementos de protección como el controvertido Halo del cual no viene al caso comentar, pero que marcará un antes y un después en materia de seguridad.