martes, 29 de agosto de 2017

Cuando la rivalidad entre compañeros sobrepasa los límites.

     
¿Podrá Force India apaciguar a sus pilotos y recuperar el terreno perdido?


 
   En el mundo del motor y especialmente en la Formula 1, hay una frase erigida como una ley, incluso aplicable a otros ámbitos. Dicha frase se titula: “No hay mayor rival que tu compañero de equipo”. Si nos ponemos a pensar y nos centramos en la perspectiva del automovilismo, es certera, puesto que no hay piloto que no se compare con su compañero de equipo. El compañero, en efecto, es como el punto de partida que cada uno toma para visualizar su nivel y potencial. Por supuesto que las comparaciones son odiosas y muchas veces dejan que desear, pero también  tienen su lado positivo ya que en efecto aumentan la motivación e incitan a seguir trabajando cada vez más en busca de un objetivo. Aun así el asunto concerniente es otro.


   Las convivencias entre compañeros de equipo en la F1 no siempre son amigables y debido a la alta competitividad de los deportistas de la categoría, salvo algunas excepciones, es normal que florezca una rivalidad que no siempre se puede controlar de forma eficaz, lo cual edifica un ambiente de división y discordia dentro del equipo. Algunos grandes ejemplos son la de Reutemann y Jones en 1981, Mansell y Piquet en 1986 y 1987, o Senna y Prost entre 1988 y 1989, y recientemente Hamilton y Alonso durante 2007 o Webber y Vettel de 2010 a 2013 entre otras. Sin embargo en otras ocasiones, algunos equipos para evitar este tipo de problemáticas, optaron por aplicar un orden donde un piloto sabía de antemano cuáles eran sus límites. Caso conocido es el de la Scudería Ferrari cuya dirigencia siempre optó por una política deportiva con órdenes de equipo designando a un piloto número 1 y un numero 2 para  lograr los objetivos e intereses fijados.


   Durante ésta temporada se fue gestando una contienda interna entre los pilotos del equipo Force India que comenzó en Canadá con la negativa de Pérez a cederle la posición a su compañero Ocon para intentar asaltar el podio. Más allá de la desilusión de Ocon por no haber concretado la estrategia que pidió, era entendible la actitud de Pérez puesto que a los corredores les molesta acatar órdenes de equipo lo que supone un cierto golpe al orgullo de estos, pero la situación no se quedó ahí.


   En el Gran Premio de Azerbaiyán mientras ambos pilotos se disputaban una posición, Ocon pecó de atrevido y encerró al piloto mexicano provocando el primer estallido de ésta rivalidad, y privando a su equipo de la cosecha de puntos importantes. En Austria y Gran Bretaña las aguas se calmaron, pero en la largada de la carrera de Hungría, Pérez golpeo levemente a su compañero tras la primera curva, situación nimia y desapercibida que si la analizamos de forma profunda agrega leña al fuego.

                                                       

                 

   Tras el parón de verano, la Formula 1 regresó a la acción en Spa Francorchamps y cuando el asunto de los pilotos del equipo dirigido por Vijay Mallya parecía haberse quedado atrás, las chispas volvieron a saltar en la largada con el encierro del mexicano al francés en la zona de Eau Rouge que en un principio no tuvo ningún daño. No obstante entre el medio y el final de la carrera, Pérez volvió a empujar en el mismo lugar contra el muro a Ocon provocando la rotura de un flap del alerón delantero en el coche del francés y un pinchazo en el coche del azteca que lo dejó fuera de combate. 


                          



   Por otro lado, considero que la responsabilidad es en gran medida del mexicano porque la alevosía con la que encerró al galo fue totalmente notoria. Otro aspecto a tener en cuenta es que si bien Pérez tiene un gran nivel como piloto, está lejos del grupo de los considerados top,  circunstancia que le obliga a arriesgarse para impresionar a los equipos de primer nivel. Además, checo tampoco esperaba encontrar en el piloto francés una fiera. Por consiguiente, quitando del asunto los incidentes con su compañero donde también carga con la culpa o responsabilidad, sus cualidades como piloto son dignas de admirar, ya que siendo casi un novato es capaz de poner en aprietos al experimentado mexicano, llevándolo incluso a éstas situaciones críticas donde el hispanoamericano es víctima de su ego e impulsividad.


   Es hora de que el equipo con sede en Silverstone tome cartas en el asunto e imponga el orden necesario para evitar que episodios como los mencionados los priven de seguir sumando puntos, y lograr -si las circunstancias lo permiten- resultados mejores a los que vienen consiguiendo porque tienen un vehículo con potencial para seguir aspirando a más.


   Otro asunto importante para remarcar, es la prioridad de los pilotos dentro del equipo porque Ocon es piloto junior de Mercedes –equipo que provee motores a los hindúes- y por ende tiene más peso que Pérez en la escudería.
   Si el caos prosigue en Force India, no hay duda de que la principal cabeza que ruede será la del mexicano puesto que Ocon tiene el futuro por delante, y el mexicano tiene solamente su lugar actual siendo a priori el que más tiene que perder.  

miércoles, 9 de agosto de 2017

En el ecuador de una auténtica lucha de titanes

Los principales contendientes al Campeonato. Hamilton a la izquierda y Vettel a la derecha





Tras el pasado Gran Premio de Hungría, hemos llegado al parón veraniego de una espectacular temporada de la Formula 1 que cuenta con dos equipos pujando desmedidamente por el liderato. Si bien en los últimos años tuvimos algunos campeonatos reñidos, ésta edición la cual todavía tiene 9 rondas para su final, se va del Hungaroring con el campeonato más caliente que nunca separando a dos pilotos por un estrecho margen de 14 puntos.


   Nadie se esperaba una batalla por el certamen de una magnitud similar a la que estamos presenciando, puesto que a principio de este año lo lógico era que Mercedes prosiga defendiendo con holgura el dominio ejercido desde 2014, o bien que Red Bull se tornase más competitivo para confrontar el poderío de las flechas plateadas. Pero no contábamos con la astucia de un gran equipo, aquél equipo que había sido relegado al papel de tercero en discordia. La Scuderia Ferrari, que pasó todo el invierno europeo en silencio tratando de fabricar un monoplaza capaz de revalidarse en la lucha por el torneo y quitarse de encima la amarga campaña del 2016 donde no pudieron ganar ni una sola carrera.

   Los test de Invierno dejaron en el equipo italiano y toda su afición una sensación positiva, puesto que con el transcurrir de las jornadas fueron encontrando las virtudes de un monoplaza que a primera impresión dio por finiquitado un aspecto muy cuestionado a la gente de Maranello durante los últimos siete años, la pérdida de carga aerodinámica.


   Por supuesto que hasta Australia Ferrari se veía cautelosa y era una incógnita saber a ciencia cierta en que parte de la grilla iban a estar sus coches ya que durante los test habían mostrado un rendimiento similar al de Mercedes, y gestionaban muy bien el desgaste de los neumáticos. En la carrera Ferrari se mostró competitivo y gracias a una muy buena estrategia, se logró imponer a las flechas plateadas que encontraron problemas para seguirles el ritmo a los italianos. Luego en China todo el fin de semana fue de Mercedes aunque la Scuderia no estuvo muy lejos, e incluso pudo haberle disputado la victoria con Vettel a Hamilton, pero perdió tiempo enfrascado en una lucha con su compañero Raikkonen y Ricciardo, lo que alejó totalmente de la estela del británico al piloto alemán.


                                     
La lucha entre Mercedes y Ferrari era un ingrediente necesario para la Formula 1. Me recuerda a la lucha de McLaren y Ferrari entre 2007 y 2008.



   Concluidas las dos primeras carreras, se fue dando una alternancia de victorias entre Ferrari y Mercedes, culminando en Azerbaiyán con la sorpresiva victoria de Red Bull junto a Daniel Ricciardo que capitalizó varios errores de la gente de punta incluyendo los toques entre Hamilton y Vettel durante el auto de seguridad, y luego los empujones de Pérez y Ocon que también contribuyeron a la victoria del australiano de Red Bull.


   Si quitamos del medio la fecha de Azerbaiyán, desde Canadá hasta Hungría se vislumbró una pronunciada superioridad de Mercedes frente a Ferrari, puesto que Bottas y Hamilton se adjudicaron esas tres carreras. Esa superioridad fue posible gracias al gran rendimiento del W08 en los circuitos rápidos, mientras que en los más revirados Ferrari fue quien logró imponerse a los vigentes campeones.


   Por otro lado, Red Bull viene siendo el tercero en discordia, puesto que desde el inicio del campeonato se han visto relegados a causa de la fiabilidad y la merma de rendimiento en las unidades de potencia Renault, que todavía se encuentran un poco lejos de Ferrari y Mercedes. De hecho la victoria de Ricciardo en Bakú solo fue posible gracias a las circunstancias de una carrera que como he mencionado en un par de párrafos más arriba, se presentó como atípica, y dudo que en condiciones normales puedan hacerle oposición a los dos primeros del campeonato, a menos que Renault lograse una mejora sustancial de la unidad de potencia en las próximas nueve carreras. Por tanto su lucha “real” sería con Force India a quienes aventajan con 83 puntos.


 
Ricciardo en su victoria "casual" de Azerbaiyán.



     Force India de momento se encuentra en buena forma aunque podrían estar un poco mejor. Los de Vijay Mallya siempre han sabido sacarle provecho a un presupuesto ciertamente limitado en comparación del manejado por Ferrari, Mercedes, y Red Bull, que es sumamente cuantioso. De hecho este año recibieron una suculenta lluvia de patrocinadores que le permiten ser a priori el mejor de los equipos modestos, pero por cuestiones egoístas de sus pilotos han desperdiciado las pocas oportunidades que tuvieron para conseguir resultados sobresalientes, incluso se especula que de no haber ocurrido el incidente de Azerbaiyán podrían haber capitalizado los errores de Mercedes y Ferrari, para llevarse la victoria a casa, deseo que se hizo cenizas. Aun así todavía puede haber alguna chance que la gente de Silverstone aproveche de la mejor manera y la reditúe en victoria.


   Del resto de los equipos no ha cambiado absolutamente nada, la única sorpresa positiva fue Renault que ha obtenido un salto de calidad respecto al pasado año y solo están detrás de Haas, Toro Rosso y Williams por la ausencia de un piloto que rinda al nivel del Hulkenberg. Lamentablemente para el equipo con sede en Enstone su segundo piloto, Jolyon Palmer, ha estado por debajo del rendimiento que sus jefes esperaban, por tanto no sería una novedad si al final de temporada o incluso antes los franceses se deshacen del piloto británico.

Hulkenberg, el salvador de Renault.




   Para finalizar con la reseña sobre los equipos vale destacar que por otro lado la sorpresa negativa sin lugar a dudas fue McLaren Honda. Si a mediados de febrero vaticiné que iban a mejorar, la realidad cruelmente me sorprendió. Otro año más de fracasos para la escuadra anglo japonesa que sigue atorada casi en el fondo de la tabla, y vive constantemente sufriendo fallas en la unidad de potencia Honda. Prometen para el final de temporada una mejora pero de aquí a que se acerquen al grupo de punta hay un extenso limbo. Aun así el MCL32 no aparenta ser un mal coche, prueba de ello son los resultados obtenidos durante el pasado Gran Premio de Hungría en un circuito donde prima más el chasis que la planta motriz del coche.

                                                   
McLaren Honda es con creces la gran decepción de 2017.


   Centrándonos en los pilotos, y quitando de la atención a Hamilton y Vettel que vienen haciendo una excelente campaña, voy a destacar a varios que me han sorprendido tanto para bien como para mal durante ésta primera mitad de temporada:


    Los mejores:
  • Esteban Ocon: Tras sus primeras andanzas en Manor allá por 2016, su promoción a Force India fue el salto de calidad que el prometedor francés andaba necesitando. Ha demostrado no temer a su experimentado compañero Sergio Pérez, y se convirtió en un dolor de cabeza para el mexicano a tal punto de desatar un conflicto en el equipo con sede en Silverstone. Ocon es un piloto a tener en cuenta de aquí al futuro.
  • Fernando Alonso: No es una novedad que las actuaciones del bicampeón asturiano siempre sean remarcadas, pero este año el catalogado como el piloto más completo de la categoría, ha sabido sacarle partido a un coche tan pobre como traicionero. Sus últimos resultados son una prueba viviente, incluso las clasificaciones de Barcelona, Silverstone y Budapest también reflejaron que el español está más fuerte que nunca. ¿Qué será de él cuando tenga un vehículo competitivo?
  • Valtteri Bottas: Si bien no debería extrañar su rendimiento, ha sido mucho mejor de lo previsto, puesto que todos esperaban en el finés que fuese una especie de “Barrichello” para Lewis Hamilton, no obstante el piloto de 27 años ha sabido lidiar con la presión que implica pilotar para el mejor equipo del campeonato. Con dos victorias en su alforja no está tan lejos de la lucha por el título.
  • Pascal Wehrlein: Otro de los que nadie apostaba una moneda por su labor. Tras perderse las dos primeras fechas, volvió y enseguida recuperó su rendimiento, y marcó territorio en Sauber al imponerse a su compañero Marcus Ericsson tanto en clasificación como en carrera, logrando los únicos puntos de la escudería helvética hasta el momento. Su futuro está en el aire pero aún falta para 2018.
  • Daniel Ricciardo: Uno de los grandes pilotos de la grilla, siempre cercano al grupo de punta. Hasta ahora no tuvo un vehículo que le permita pelear de tú a tú con Mercedes y Ferrari pero cuando las circunstancias se dieron, el australiano no desaprovechó las oportunidades para brillar.   


Regulares:

  • Max Verstappen: No es un año fácil para el piloto holandés, ha demostrado que su talento sigue intacto y es una fiera dentro del circuito pero ha tenido muchos percances mecánicos y alguna que otra metida de pata pero nada grave. Si las cosas se ponen a su favor, mucho cuidado. Max está con todas las luces.
  • Nico Hulkenberg: Era sabido que su nueva aventura no iba a ser sencilla, aun así como actual líder del proyecto de Renault está muy bien encaminado gracias a su experiencia. Cuando tenga un mejor vehículo se verá su certero potencial, ojalá suceda antes que otros pilotos lo terminen relegando.
  • Kimi Raikkonen: Siempre en el ojo de la tormenta, y el principal blanco de críticas por parte de la prensa. Su rendimiento es regular, suele estar cerca de Vettel, aunque generalmente vive arrastrando numerosos problemas que condicionan su andar en la pista. Considero que talento tiene de sobra todavía, su pole en Mónaco le da rédito. En Hungría su ritmo fue bueno y estuvo cerca de disputarle la victoria a Vettel, pero Ferrari decidió que no le haga sombra al alemán. Esperemos que cuando tenga una nueva chance de victoria no se vea perjudicado por las órdenes de equipo de los italianos.
    Los peores:
  • Daniil Kvyat: Desde su polémico descenso a Toro Rosso el piloto ruso no ha encontrado su forma y constantemente está inmerso en accidentes. Sus resultados en clasificación tampoco son envidiables, es miembro habitual de la mitad y el fondo del pelotón. Tiene que mejorar o su aventura en la Formula 1 será historia.
  • Stoffel Vandoorne: Se esperaba un poco más del joven belga, pero tampoco mucho se le puede reprochar al ser casi un debutante y cargar con la presión que significa ser compañero de Fernando Alonso. Tiene tiempo todavía para aprender y progresar.
  • Jolyon Palmer: Si fuese su primera temporada, la incompetencia del británico pasaría desapercibida. Pero tras once carreras, no hay nada nuevo bajo el agua y no se acerca ni por asomo a su compañero Hulkenberg. Sus días en la máxima categoría parecen contados, y ya se especula con el regreso de Robert Kubica para reemplazarlo en Renault.
  
   No queda mucho tiempo hasta el GP de Bélgica en el mítico Spa Francorchamps, donde a finales de agosto la Formula 1 dará luz verde a un nuevo tramo del campeonato. La lucha entre Ferrari y Mercedes promete ser feroz y es la gran esperanza de acá hasta el desenlace del 2017. Solo queda rogar por el bien del campeonato que ninguno de los dos equipos tome una ventaja que desvirtúe totalmente la competitividad mostrada hasta el momento.