¿Podrá Force India apaciguar a sus pilotos y recuperar el terreno perdido? |
En el mundo del motor y especialmente en la Formula 1, hay una frase erigida como una ley, incluso aplicable a otros ámbitos. Dicha frase se titula: “No hay mayor rival que tu compañero de equipo”. Si nos ponemos a pensar y nos centramos en la perspectiva del automovilismo, es certera, puesto que no hay piloto que no se compare con su compañero de equipo. El compañero, en efecto, es como el punto de partida que cada uno toma para visualizar su nivel y potencial. Por supuesto que las comparaciones son odiosas y muchas veces dejan que desear, pero también tienen su lado positivo ya que en efecto aumentan la motivación e incitan a seguir trabajando cada vez más en busca de un objetivo. Aun así el asunto concerniente es otro.
Las convivencias
entre compañeros de equipo en la F1 no siempre son amigables y debido a la alta
competitividad de los deportistas de la categoría, salvo algunas excepciones,
es normal que florezca una rivalidad que no siempre se puede controlar de forma
eficaz, lo cual edifica un ambiente de división y discordia dentro del equipo.
Algunos grandes ejemplos son la de Reutemann y Jones en 1981, Mansell y Piquet
en 1986 y 1987, o Senna y Prost entre 1988 y 1989, y recientemente Hamilton y
Alonso durante 2007 o Webber y Vettel de 2010 a 2013 entre otras. Sin embargo
en otras ocasiones, algunos equipos para evitar este tipo de problemáticas,
optaron por aplicar un orden donde un piloto sabía de antemano cuáles eran sus límites.
Caso conocido es el de la Scudería Ferrari cuya dirigencia siempre optó por una
política deportiva con órdenes de equipo designando a un piloto número 1 y un
numero 2 para lograr los objetivos e
intereses fijados.
Durante ésta
temporada se fue gestando una contienda interna entre los pilotos del equipo
Force India que comenzó en Canadá con la negativa de Pérez a cederle la
posición a su compañero Ocon para intentar asaltar el podio. Más allá de la
desilusión de Ocon por no haber concretado la estrategia que pidió, era
entendible la actitud de Pérez puesto que a los corredores les molesta acatar
órdenes de equipo lo que supone un cierto golpe al orgullo de estos, pero la
situación no se quedó ahí.
En el Gran Premio
de Azerbaiyán mientras ambos pilotos se disputaban una posición, Ocon pecó de
atrevido y encerró al piloto mexicano provocando el primer estallido de ésta
rivalidad, y privando a su equipo de la cosecha de puntos importantes. En
Austria y Gran Bretaña las aguas se calmaron, pero en la largada de la carrera
de Hungría, Pérez golpeo levemente a su compañero tras la primera curva,
situación nimia y desapercibida que si la analizamos de forma profunda agrega
leña al fuego.
Tras el parón de
verano, la Formula 1 regresó a la acción en Spa Francorchamps y cuando el
asunto de los pilotos del equipo dirigido por Vijay Mallya parecía haberse
quedado atrás, las chispas volvieron a saltar en la largada con el encierro del
mexicano al francés en la zona de Eau Rouge que en un principio no tuvo ningún
daño. No obstante entre el medio y el final de la carrera, Pérez volvió a
empujar en el mismo lugar contra el muro a Ocon provocando la rotura de un flap
del alerón delantero en el coche del francés y un pinchazo en el coche del
azteca que lo dejó fuera de combate.
Por otro lado, considero que la responsabilidad es en gran medida del mexicano porque la alevosía con la que encerró al galo fue totalmente notoria. Otro aspecto a tener en cuenta es que si bien Pérez tiene un gran nivel como piloto, está lejos del grupo de los considerados top, circunstancia que le obliga a arriesgarse para impresionar a los equipos de primer nivel. Además, checo tampoco esperaba encontrar en el piloto francés una fiera. Por consiguiente, quitando del asunto los incidentes con su compañero donde también carga con la culpa o responsabilidad, sus cualidades como piloto son dignas de admirar, ya que siendo casi un novato es capaz de poner en aprietos al experimentado mexicano, llevándolo incluso a éstas situaciones críticas donde el hispanoamericano es víctima de su ego e impulsividad.
Es hora de que el
equipo con sede en Silverstone tome cartas en el asunto e imponga el orden
necesario para evitar que episodios como los mencionados los priven de seguir
sumando puntos, y lograr -si las circunstancias lo permiten- resultados mejores
a los que vienen consiguiendo porque tienen un vehículo con potencial para
seguir aspirando a más.
Otro asunto importante
para remarcar, es la prioridad de los pilotos dentro del equipo porque Ocon es
piloto junior de Mercedes –equipo que provee motores a los hindúes- y por ende
tiene más peso que Pérez en la escudería.
Si el caos prosigue
en Force India, no hay duda de que la principal cabeza que ruede será la del mexicano
puesto que Ocon tiene el futuro por delante, y el mexicano tiene solamente su
lugar actual siendo a priori el que más tiene que perder.
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