lunes, 31 de octubre de 2016

Del éxtasis a la agonía

   
   Finalizado el 2015 todo el mundo en Ferrari esperaba mejorar los buenos resultados obtenidos a lo largo de la campaña, que catapultaron al equipo italiano hacia una firme 2da posición con tres victorias y un buen puñado de podios de la mano de Vettel y Räikkönen.
   
   Por lo tanto para ésta temporada, el objetivo a priori era ser la férrea oposición al dominio de la gente Mercedes y comenzar el año de manera victoriosa, puesto que el nuevo SF16-H prometía ser distinto a los anteriores F14-T y SF15-T, que acarreaban distintas falencias sobre todo en la parte aerodinámica.
   
   Durante las primeras carreras, a pesar de algunos percances, la ansiada primera victoria parecía un objetivo cercano ya que habían logrado cuatro podios en las primeras cuatro respectivamente. Pero llegó España y a partir de ahí todo se fue torciendo paulatinamente, inicialmente durante la carrera ya que al abandonar los Mercedes por un toque entre sus pilotos, la carrera se mostraba idónea para una lucha entre Red Bull y Ferrari. La falencia se empezó a notar cuando Kimi Räikkönen fue a la caza de Max Verstappen y no encontraba el ritmo suficiente para colocarse a la distancia ideal para efectuar el sobrepaso en la recta principal, además en la parte revirada del circuito perdía la estela del Red Bull, por lo tanto nada se podía hacer contra los coches del equipo de las bebidas energéticas.
   
   Luego vinieron Mónaco, Canadá y Azerbaiyán donde Ferrari solo se llevó dos podios, especialmente el caso de Canadá y Azerbaiyán, por tratarse de circuitos donde una buena velocidad punta y baja carga aerodinámica son la clave para un buen rendimiento. No obstante el objetivo de la victoria ya estaba totalmente fuera del alcance, y para acrecentar aún más la  desesperanza, el jefe de diseño de los de Maranello, James Allison, rescindía su contrato con el equipo.
  
   El último podio de los italianos hasta el parón veraniego fue en Austria, donde Räikkönen capitalizó un error de Nico Rosberg para auparse a la tercera posición. Mientras que en varias carreras fueron incapaces de hacerles oposición a Red Bull, habiendo perdido la segunda plaza en el campeonato de constructores.
   
   Ya en la última parte que queda de ésta temporada, los italianos sólo fueron capaces de lograr el podio en Monza, mientras que en las posteriores carreras no fueron capaces de hacer frente al superior ritmo mostrado por Red Bull a lo largo de este año, y a falta de dos carreras el panorama luce desalentador.
   
   2016 se veía tan promisorio durante la pretemporada y con el transcurrir del año, el sueño se convirtió en pesadilla, dejando al desnudo las falencias de un equipo que ahora se encuentra con una mala organización  de su departamento técnico, un líder desesperado ante los malos resultados, y sin un diseñador de renombre. Aunque bajo mi punto de vista el último factor mencionado no es tan importante, ya que se supone que tanto Mattia Binotto como Simone Resta, deben tener el conocimiento y la habilidad para diseñar un monoplaza capaz de pelearle a Red Bull y Mercedes. Y hago hincapié en mi confianza hacia quienes teóricamente serán encargados del próximo Ferrari, porque leo por muchos sitios que si un diseñador de automóviles no es de procedencia británica o no está afincado allá, no es capaz de realizar uno que sea competitivo, aludiendo al rotundo éxito que la ingeniería británica logró en la Formula 1.
   
   ¿Qué le deparará a Ferrari en 2017 ante el nuevo cambio reglamentario? Nadie lo sabe aún, pero es cierto que si lograran una perfecta organización de todos sus recursos, tanto humanos como materiales y a su vez todos empujaran hacia la misma dirección sin cargarse los hombros de presión, pueden sentar las bases para volver a la senda del triunfo reverdecer los  laureles con el campeonato que hace 9 años le esquivo a la gente de Maranello. Quizás este año podría haber sido mejor de lo que fue y es. Aunque la realidad es que lanzaron las campanas al vuelo subestimando el potencial de Red Bull, quienes volvieron en gran forma y les dieron un fuerte golpe hacia la realidad.

   
   De todos modos, el futuro para el año próximo está abierto y se verá quién es capaz de interpretar mejor el reglamento y marcar la diferencia. Si me permiten aconsejarles, recomiendo que no esperen una gran temporada de Ferrari, porque lo más probable es que la competencia se muestre mucho más fuerte que los italianos, y ojo no estoy subestimando el potencial de la gente de Maranello, sino que dadas las circunstancias no veo a Ferrari luchando por el título en 2017, por lo tanto considero que recién en 2018 o 2019 estarán peleando por el título.

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