miércoles, 8 de agosto de 2018

El dilema de los toros rojos






Ha sido el fichaje más sorprendente y explosivo del año, no lo podemos negar. No sólo por lo que significa dejar un gran equipo como Red Bull, sino porque hay que tener en cuenta los cambios que se avecinan en el equipo de las bebidas energéticas tras el anuncio de la nueva colaboración con Honda, y la ruptura con Renault. Ruptura, que en este caso se salda con la emigración de Ricciardo a la marca gala con sede en Enstone para comandar su proyecto a medio plazo junto a Nico Hulkenberg.


Pero más allá de este sorpresivo movimiento del piloto australiano y del potencial que pueda tener Renault de cara al futuro, la gran incógnita que acecha a la Formula 1 en este parón veraniego plagado de rumores y especulaciones, es saber quién será el elegido para ocupar el asiento que Ricciardo deja libre. De hecho, candidatos los hay de a montones, pero son unos pocos los que por la lógica que maneja la marca de las bebidas energéticas serían los indicados para ocupar ese tan codiciado lugar.


Por supuesto, en las redes sociales como Facebook, Twitter, o Instagram la noticia no dejó indiferente a nadie, y tanto aficionados como periodistas se mojaron y dieron su opinión al respecto de lo que podría pasar. Incluso algunos coquetearon con la romántica y utópica idea de que Fernando Alonso  terminara recalando en el equipo austríaco, hecho que viendo su panorama y posición actual dentro de un McLaren que está básicamente a sus órdenes, se dibuja altamente improbable. Por tanto, los nombres que al día de hoy se encuentran con la posibilidad de ser el recambio de Ricciardo en Red Bull son dos jóvenes bien conocidos por la gente del equipo austríaco.


Uno de ellos, es Pierre Gasly de 22 años que actualmente se encuentra  pilotando para Toro Rosso. En base a cómo ha ido desempeñándose a lo largo de esta primera  parte del campeonato y gracias a los resultados que aportó en las últimas carreras, Gasly cuenta con una gran proyección dentro de la estructura de Red Bull. Además ya tiene experiencia trabajando con el motor Honda puesto que su equipo, el cual es filial de la marca de bebidas energéticas, ha sido el conejillo de Indias para decidir si se sumaban a la tentadora oferta de tener un motor exclusivo como es en el caso de la marca japonesa.

Pierre Gasly ha sabido en poco tiempo aprovechar el potencial de Honda en Toro Rosso,
y gracias a los resultados que viene aportando en las últimas carreras aparece como el favorito para reemplazar a Ricciardo.


En contrapartida, aparece un deslucido Carlos Sainz que tras mostrar un rendimiento fenomenal el pasado año junto a Toro Rosso, el madrileño parecía encaminarse a progresar en la F1 de la mano de Renault mediante una cesión en la cual si lograba mostrar su potencial y talento, podía llegar a obtener la permanencia dentro del equipo francés. Sin embargo, ésta primera mitad de la temporada 2018 ha sido dubitativa para Sainz puesto que ha estado algo lejos del nivel de progresión que se esperaba de su parte y no ha tenido el ritmo suficiente como para imponerse a su experimentado compañero Hulkenberg, quién en el pasado fue incapaz de derrotar a un piloto de calibre parecido como es Sergio Pérez. Por lo tanto, las opciones de Sainz de recalar en Red Bull dependerán de que sea capaz de mostrar un rendimiento que convenza tanto a Helmut Marko (asesor del equipo) cómo a Christian Horner (Jefe del equipo) de que el español es el relevo ideal.


Por otro lado, un sector de la prensa española da por hecho que Sainz no iría a Red Bull por una decisión cuya veracidad es en cierta medida cuestionable. Algunos medios de gran repercusión en España suscitaron que Max Verstappen habría expresado al equipo la petición de que vetaran o mejor dicho no tuvieran en cuenta al español para secundarlo dentro de la estructura de Milton Keynes a causa de la conflictiva estancia que ambos compartieron en sus tiempos de Toro Rosso, por lo que se dice que el holandés desearía no compartir garaje con este. Otras fuentes, han argumentado que la posible no llegada de Sainz a Red Bull podría obedecer a cuestiones referidas a una tensa relación del madrileño y su padre con la marca de las bebidas energéticas.


Entonces, si las cosas se terminaran dando de esta manera, y Gasly fuera elegido en detrimento de Sainz, este tendría que ir buscando un nuevo equipo, y mirando el panorama actual de la categoría, opciones hay muy pocas. Entre estas opciones la prensa barajaba Sauber, Haas y McLaren, siendo esta última la más factible gracias a la buena relación que tiene Carlos con un Fernando Alonso que cuenta con el aval de su jefe Zak Brown para tener dentro del equipo una posición capaz de influir en las decisiones que tome la directiva, por lo que no sorprendería que el asturiano le diera a su compatriota un aventón para salvaguardar su continuidad en la Formula 1.

Carlos Sainz ha tenido una primera parte complicada donde cosechó menos puntos que Hulkenberg,
sin embargo tiene en sus manos la posibilidad de revertir su situació e impresionar a los de Red Bull.


De cualquier manera, con el correr del tiempo se sabrá qué decisión tome Red Bull para elegir al futuro coequipero de Verstappen. Aunque Gasly tenga mejor presente que Sainz, yo apostaría al piloto de Madrid porque pese a sus roces del pasado con el holandés, ha demostrado ser un piloto más que correcto a la hora de actuar como jugador de equipo, y tiene la velocidad para llevar a los austriacos por el buen camino. Además, todavía le queda la segunda mitad del 2018 para ganarse la confianza de la gente de Red Bull  y que puede hacerle frente a un caballero de mil batallas como Hulkenberg en su actual estancia en Renault. 

miércoles, 21 de marzo de 2018

La temporada de las promesas



La temporada 2018 de la Formula 1 ha llegado y con ella toda la vorágine que genera este deporte.


Tras meses de abstinencia donde los test y el lanzamiento de los coches fueron un simple y leve anestésico para  mitigar toda la ansiedad que uno tiene depositado en una nueva temporada de la máxima categoría, se está acercando la hora de mentalizarse para el comienzo de la Formula 1 en Australia.

Si bien los test son de suma importancia ya que permiten a los equipos armar en base a los kilómetros recorridos y giros completados, es decir una serie de referencias sobre cómo podría rendir el monoplaza a lo largo de la temporada, los equipos no suelen mostrar el potencial que verdaderamente tiene su coche para evitar que sus falencias queden al desnudo. Y a menos que sea para cazar algún patrocinador en el caso de los equipos más pequeños, no se busca exactamente hallar el límite del coche, sino más bien trabajar en aspectos clave como el funcionamiento de la aerodinámica y la fiabilidad en el apartado de los motores.

Dejando de lado el asunto de los test y centrándonos en el panorama del mundial de este año, Mercedes por supuesto sigue siendo la referencia y el rival a batir. Los germanos esperan con su W09 Hybrid seguir copando los primeros lugares y volver a acentuar aquella supremacía que supieron imponer entre 2014 y 2016. Ojo que todavía son muy fuertes pese a que durante 2017 Ferrari, y más al final del año Red Bull supieron poner en aprietos a las flechas plateadas.

Desde Maranello, Ferrari ve a 2018 como la oportunidad ideal para poder confirmar ese estelar regreso a la lucha por el campeonato que mostraron el pasado año. Los italianos, apelarán a su nueva pero en cierta medida continuista SF71H para reverdecer los ya añejos títulos que consiguieran a finales de la década pasada. La máquina italiana toma como referencia a su antecesora la SF70H y los cambios que ostenta tienen como finalidad sacar partido del coche tanto en los circuitos rápidos como en los revirados y evitar los tan indeseados problemas de fiabilidad en la unidad de potencia.


Ferrari busca romper el orden existente
y erigirse nuevamente como el mejor equipo del campeonato.
Fuente: SkySports F1.

Si bien Red Bull no se ve como un serio candidato al título por el hándicap que supone llevar motores Renault, los austriacos de cualquier manera son candidatos al título porque tienen una de las mejores alineaciones de pilotos y porque en este nuevo RB14 su gurú aerodinámico, Adrian Newey, tuvo mucha incidencia en el diseño del nuevo coche y se sabe que el británico es capaz de sacar buenos monoplazas de su cerebro. La marca de la bebida energética podrá ser un fuerte contendiente al campeonato si el RB14 nace bien y sus estrellas hacen lo que mejor saben.

Red Bull quiere ser una amenaza seria y desbancar a Ferrari y Mercedes de la lucha.
¿Podrán lograr su cometido o tendrán que esperar a tener un motor exclusivo?
Fuente: Red Bull Racing.


Tras los pasos de los equipos grandes, se encuentra el lugar que en esta nueva temporada se antoja como el más codiciado por el resto de los equipos. Ser la cuarta fuerza es sin lugar a dudas el honor que muchos equipos se ven con chances de alcanzar. Force India, es el equipo que tendrá que exprimir todo el capital y el potencial que tiene su coche para evitar perder todo lo que vienen cosechando a paso de hormiga desde finales de la década pasada. Sus pilotos parecen ya haber superado los conflictos que en 2017 les privaron de mostrar una mejor faceta del equipo capitaneado por el polémico magnate hindú Vijay Mallya. Renault por otro lado, tras un dubitativo año de transición espera poder seguir el camino correcto que les depare a medio plazo en una posición dominante dentro de la categoría. Si los galos logran solventar los recurrentes problemas de fiabilidad que sufrieron en 2017 y logran explotar el potencial su motor, podrían arrebatarle a Force India su actual trono o bien posicionarse como la quinta fuerza.

Force India no lo tendrá fácil para seguir siendo la cuarta fuerza.
Renault y McLaren parece a priori los rivales más fuertes
del equipo de Silverstone.
Fuente: Autosport.com.

McLaren tras su ruptura con Honda, apuesta a Renault en su MCL33 para poder olvidar los malos tragos que pasaron junto a los japoneses. Si bien el nuevo motor del equipo de Woking dio más problemas de los que esperaban, McLaren tiene la fe puesta en volver a ser aquel gran equipo que solía pelear por los primeros puestos. Fernando Alonso por su parte, sabe que no le quedan muchas temporadas y aunque suene paradójico cada año que pasa se aleja aún más de ese tan anhelado tricampeonato. Sin embargo, el asturiano se ve más motivado y espera contar por primera vez en mucho tiempo con una temporada en donde pueda tener más éxito que frustraciones. Estoy seguro que más de uno desea ver a Alonso peleando por cosas más importantes que arañar los últimos lugares puntuables. Si logran resolver los problemas que les causa el motor Renault y el chasis del MCL33 resulta ser tan bueno como dicen que es, serán serios candidatos al cuarto puesto.

McLaren quiere volver a estar entre los diez primeros.
Alonso, todavía sueña con volver a esos días donde tenía un coche competitivo.
Fuente: Motorsport.com.


Toro Rosso parece estar viviendo una luna de miel junto a Honda. Desde su unión con la marca de Sakura, los de Faenza comenzaron a trabajar de forma muy minuciosa y todo parece indicar que el motor Honda tiene una buena base y en los test –al menos- no sufrieron ningún percance mecánico por lo que fueron uno de los equipos que más vueltas completaron en la pretemporada. Sueñan con cazar el cuarto puesto y lograr de esta manera una proeza que les haga olvidarse de que son un equipo para formar pilotos. Habrá que ver como se desenvuelven Pierre Gasly y Brendon Hartley, quienes llegaron prácticamente como novatos, pero si el nuevo STR13 logra ser competitivo de la mano de Honda podría ser un buen augurio este 2018, puesto que podría significar el adiós de Red Bull a Renault para montar los motores Honda en 2019. Por lo que el desempeño que tenga la escudería de Faenza será fundamental para el equipo grande de las bebidas energéticas.

Habrá que prestarle mucha atención a Toro Rosso.
Podrían dar la sopresa ésta temporada junto a Honda.
Fuente: AFP.

Por otro lado, parece que en Williams seguirán perdiendo terreno en el campeonato y si bien podrían pelear ese codiciado cuarto puesto, tienen pocas probabilidades puesto que el FW41 sigue acarreando al igual que sus antecesores dificultades para adaptarse a los circuitos ratoneros, por lo que sufrirán bastante y probablemente luchen por arañar los últimos lugares puntuables. Pero al menos no sufrirán problemas financieros ya que apostaron por una alineación de pilotos que tiene más peso en la cartera que talento natural. Veremos cómo se las apañan el controvertido Stroll y el debutante Sirotkin para traer buenos resultados a Groove. Sin embargo antes del banderazo inicial, el panorama de Williams deportivamente hablando no se ve tan promisorio. Más allá de si el coche rinda o no, me parece una pena que teniendo el dinero de Stroll no hayan ni siquiera apostado por el promisorio Pascal Wehrlein, cuando este demostró a base de resultados ser un piloto más que correcto a la hora de recolectar puntos.

HAAS mira a esta nueva temporada como una oportunidad de seguir creciendo. Los norteamericanos creen que con su nuevo VF18 tendrán la oportunidad de pelear por el cuarto puesto en el campeonato de constructores. Magnussen y Grosjean serán los baluartes que empujarán a este humilde equipo en busca del sueño americano.

El rejuvenecido equipo Sauber, espera definitivamente poder salir del fondo de la parrilla y encontrar algo de oxígeno dentro del campeonato. Con el apoyo técnico y financiero de Ferrari a través de Alfa Romeo, los suizos esperan volver a cosechar puntos y reestablecerse en la mitad del pelotón. Para ello contarán con la experiencia de Marcus Ericsson, y los destellos juveniles de Charles Leclerc quién afrontará su primer temporada en la máxima categoría y es catalogado en Ferrari como una especie Max Vestappen

Finalmente, hemos llegado al asunto que concierne a todos, donde todas las miradas estarán puestas. La pregunta retórica que todos nos hacemos cada vez que comienza una nueva temporada de Fórmula 1 es ¿Quién será campeón este año? Se olfatea en el ambiente que dos –ahora sí- tetracampeones se medirán con sus máquinas para lograr su quinto campeonato dentro la categoría e ir poco a poco buscando destronar al legendario Michael Schumacher. Nadie hubiese imaginado en la década pasada que dos por aquél entonces jóvenes Sebastian Vettel y Lewis Hamilton iban a erigirse en la posteridad como los pilotos más laureados de su generación, pero se podía entrever que se estaba en presencia de dos de los pilotos más promisorios y talentosos de aquellos tiempos.


Hamilton y Vettel hace 13 años.
Cuando todavía eran adolescentes y soñaban con llegar a la Formula 1.
Actualmente son los mejores pilotos de su generación
y ganaron casi todos los títulos de la última década.
Fuente: Imago.

Para este 2018 Vettel irá en busca de ese sueño que persigue desde su niñez, ser campeón con Ferrari al igual que su mentor Michael Schumacher, por lo que espera con una mayor madurez dejar atrás los errores que le privaron de arrebatarle el título a Hamilton. Además, necesitará de la ayuda de su compañero Kimi Räikkönen para lograr ese ansiado objetivo y devolver la gloria a Maranello que hace más de una década consiguiera su veterano y experimentado colega sobre Hamilton y Alonso.

Hamilton en contrapartida, tendrá que demostrar una vez más porque es el mejor piloto de la categoría, y para ello tendrá que estar más fuerte que nunca si quiere defender su cetro y anotarse otro más para su cuenta. El tetracampeón británico podría tener el apoyo de Valtteri Bottas, pero parece que el nórdico está dispuesto a dejar de ser el número dos de Mercedes y baraja la idea de plantarse como una amenaza seria a las aspiraciones de Hamilton y Vettel.

Los chicos de Red Bull, Ricciardo y Verstappen, son a priori los otros candidatos al título que podría tener 2018. Dependerán del potencial del RB14 para ello. Otro factor que habrá que tener en cuenta es que si tienen chances reales de optar al campeonato, uno de los dos pilotos tendrá que ceder y se puede entrever de antemano quien será el hilo más delgado dentro de la estructura de Milton Keynes por lo que podrían saltar muchas chispas.

Otro piloto que podría ser candidato al título aunque hay pocas probabilidades de que logre serlo es Kimi Räikkönen. El finlandés tiene claro que su función en Ferrari es ayudarles a ganar el campeonato y que durante todo el año va estar en un segundo plano. Personalmente,  espero y deseo con mucho fervor que “Iceman” logre retornar a la victoria ya que la última que consiguió fue en 2013, y desde entonces la suerte le ha sido esquiva. Si Räikkönen lograse ganar al menos una de las veintiuna carreras que integran el calendario, estaría más que contento. Pero de cualquier manera el apoyo hacia el finés siempre está presente.

¿Qué será de Kimi en 2018?
¿Podrá volver a ser un férreo candidato a las victorias?
Fuente: Motorsport Week.

A fin de cuentas, este domingo en Albert Park se verá de verdad quien será la referencia y logrará marcar el compás en  lo que apunta a ser una temporada llena de expectativas, promesas y esperanzas.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Fui felíz mientras duró

Es complicado describir la temporada 2017 con una imagen, pero creo que ésta puede ayudar un poco en eso. Foto: Web oficial de la Fórmula 1.





   Concluyó otra temporada más del mundial de fórmula 1, un mundial que volvió a tener la chispa que se había perdido tras los insípidos dominios ejercidos  primero por Red Bull, y luego de forma más aplastante por parte de Mercedes. Si bien, en la época dominante de los primeros mencionados tuvieron dos temporadas donde sudaron para conseguir los títulos, claramente fueron superiores durante ese periodo. Mientras que los alemanes dominaron con tranquilidad y holgura las temporadas posteriores brindando la posibilidad de que sus pilotos se disputen el certamen. Sin embargo para este 2017, y tras años de numerosas decepciones, renació de las cenizas un caballo rampante dispuesto a romper con el orden existente.


   Por supuesto, para ésta temporada junto al incombustible corcel italiano, no podía faltar un enérgico toro austríaco con el sueño de reverdecer los laureles que supo amarrar durante los primeros periplos de ésta década, pero que en los últimos años se fueron marchitando. Contamos también con la presencia de otros grandes protagonistas pero a pesar de su labor no lograron robarse el show como bien lo hicieron los anteriores.


   La temporada arrancó con viento a favor para Ferrari, y por primera vez después de muchos años nos dimos el lujo de poder presenciar un mano a mano entre Hamilton y Vettel sin tanta diferencia entre uno y otro. Personalmente pude tras casi una década apreciar una temporada que me recuerde a aquel lejano pero nostálgico 2008 que una inmensa huella dejó en mí. Siendo sincero fue como revivir una parte de mi infancia mirando este deporte, y lo cierto es que en algunas cosas ésta temporada tuvo un poco de semejanza con 2008. Matando un poco el asunto de la nostalgia, Mercedes recuperó su forma y en reiterados momentos de la temporada mostró su superioridad  frente a las máquinas italianas, lo cual les permitió consagrarse una vez más como campeones.

Ahí se decidió todo: Vettel se cierra y provoca que Verstappen y Räikkönen
lo embistan en un aparatoso accidente que le costó el campeonato al germano y Ferrari.



   Red Bull que arrancó de forma tibia el campeonato, fue capaz de capitalizar los momentos donde la fortuna no estuvo del lado de Ferrari, y logró llevarse un puñado de victorias que valen su peso en oro, además hay que tener en cuenta que el motor Renault siempre estuvo detrás de sus rivales. Por tanto, el resultado final de los energéticos es meritorio.


   Como una noche de discoteca de esas en las que todo es diversión, 2017 ofreció numerosas batallas y duelos para apreciar que hacía tiempo que no se veían. Particularmente para poder ver a Vettel y Hamilton enfrentados de forma directa con armas en cierta medida similares, hubo que esperar numerosas temporadas  ya que durante el ciclo dominante de Red Bull el piloto inglés no contó con el vehículo ideal para plantarle cara de forma directa al germano, y luego en la actual era híbrida, Vettel estuvo en la misma situación que el moreno frente al poderío de los Mercedes. Lo que se vivió durante todo el año gracias a estos dos Tetracampeones fue fenomenal, no siempre coincidieron en pista para pelear cuerpo a cuerpo pero las veces que lo hicieron no decepcionaron, a excepción de Azerbaiyán donde Hamilton ralentizó al ferrarista durante la presencia del Safety Car lo que provocó que el alemán del equipo italiano le diera un empujón a su rival, generando así una de las grandes polémicas del año.


   Los focos no estuvieron centrados únicamente en Ferrari y Mercedes, sino que también hubo varios equipos que merecen la atención en éstas líneas por su rol tanto positivo como negativo. Los muchachos de Force India marcaron otra excelente temporada donde lograron consolidarse como la cuarta fuerza, solo detrás de los equipos con mayor cantidad de recursos, optimizando y exprimiendo cada parte de su monoplaza. Sin embargo su talón de Aquiles fue tener en sus filas dos pilotos con el mismo apetito de gloria, puesto que Pérez y Ocon no se supieron manejar como verdaderos compañeros de equipo y en ocasiones se llegaron a complicar la vida al punto de que el equipo hindú se vio obligado a tomar cartas en el asunto e imponer órdenes de equipo. Aun así, el daño ya estaba hecho porque el equipo perdió de las manos una utópica pero no imposible victoria en la alocada carrera de Azerbaiyán.


   Williams parecía estar destinada a mejorar el flojo potencial mostrado sus anteriores temporadas, no obstante cualquier expectativa creada en el equipo de Grove fue en vano. Sufrieron toda la temporada con un vehículo que en condiciones normales solo podía pelear los últimos lugares de la zona puntuable y con una pareja de pilotos que fue el ying y el yang, es decir un Stroll con muchísimo por mejorar y aprender, y un Massa que sólo retornó para relevar a Bottas en el equipo británico. Para 2018 esperan  contar con Robert Kubica, quien tras años de ausencia por un accidente donde perdió prácticamente la movilidad de una mano, regresa para hacer historia y demostrar que nada imposible de lograr.


Kubica superó las barreras que impedían su regreso a las pistas, y será un nuevo protagonista para 2018.




   Renault mejoró sustancialmente pero si no lograron acercarse a Williams lo suficientemente fue porque Hulkenberg manejó prácticamente solo durante la temporada y porque su unidad de potencia todavía no logra estar a la altura de las fabricadas por Ferrari y Mercedes. Tras el despido de Palmer pudieron puntuar con Sainz pero sufrieron más reveses que aciertos. Renault buscará asentar las bases que le permitan en futuro ser un firme candidato al título.


   Como mencioné meses atrás, McLaren volvió a decepcionar, y ésta temporada no se puede salvar porque prácticamente hicieron el ridículo desde el vamos llevando a cuestas el deplorable motor Honda, tras la ruptura de relaciones entre McLaren y los japoneses las cosas mejoraron un poco pero ya sellaron el acuerdo con Renault y el último capítulo de los de Woking junto a los de Sakura no es más que un triste recuerdo de un pasado que esperan olvidar. Alonso una vez más volvió a relucir sus grandes cualidades como piloto sacando resultados de un vehículo impresentable para un piloto de su jerarquía, y si bien su compañero Vandoorne no impresionó demasiado, pudo en algunas oportunidades batir al legendario piloto español.



¿Será positivo el cambio de motorista que inicia McLaren?




   Toro Rosso por otro lado, fue el equipo pequeño que más inestabilidad vivió durante este ciclo ya que los problemas del motor Renault, el flojo rendimiento de Kvyat, y los incidentes del piloto ruso con su compañero Sainz le privaron de conseguir algunos puntos, los puntos obtenidos por el español en Singapur fue el techo del equipo de Faenza que se fue desinflando y con el  ascenso de Gasly y Hartley, sumado al despido de Kvyat y el traspaso del mismo Sainz a Renault confirmó una temporada plagada por la incertidumbre. Para 2018 calzarán el motor Honda y se espera que puedan obtener un buen rinde con los nipones para que Red Bull, su equipo jefe, pueda reencontrar el camino hacia el éxito.


   Haas y Sauber hicieron un papel decente siendo a priori los equipos más humildes del campeonato. En el caso de los norteamericanos, pudieron puntuar mucho más que en 2016 cuando tenían a un piloto de bajo nivel como Gutierrez. Sin embargo, volvieron a pagar una vez más las consecuencias de gestionar un equipo low cost, lo que les privó de ganarle el sexto  peldaño del campeonato de constructores a Renault.


   Mucho peor le fue a Sauber, el equipo más pobre del calendario que con un motor más antiguo que todos sus rivales, y la imposibilidad de realizar un auto competitivo, tuvo que apelar a la suerte y a las habilidades del talentoso Pascal Wehrlein, quien trajo a Hinwill los únicos 5 puntos cosechados por el equipo helvético finalizando últimos en el campeonato de constructores. Los suizos esperan para 2018 abandonar el fondo de la grilla de la mano de Alfa Romeo con quienes realizaron una asociación que incluirá una gran colaboración entre ambos. Además, contarán con el promisorio Charles Leclerc quien espera demostrar en la Formula 1 lo que ya logró en las categorías inferiores.


   A fin de cuentas, fue una temporada que pasó con muy buena nota las exigencias que se hacían rogar respecto a las temporadas anteriores. En 2014 y 2016 tuvimos definiciones por el campeonato en la fecha final pero no generaron las mismas sensaciones que la de 2017 que se mantuvo espectacular hasta que Ferrari y Vettel fueron perdiéndole el paso a Hamilton a causa de fallos mecánicos y decisiones erróneas que les costaron el campeonato, mientras que el inglés tuvo un año impecable sin abandonar ninguna de las 20 carreras disputadas, y teniendo como peor resultado el noveno lugar cosechado en México, fecha donde una vez más gritó campeón. Su manejo durante todo el año fue increíble y demostró una vez más por qué es el mejor. Por otro lado, como muchas buenas noches de discoteca lo mejor tuvo un final algo anticipado pero lo importante fue haber sido testigo una vez más de la última temporada de una Formula  1 sin elementos de protección como el controvertido Halo del cual no viene al caso comentar, pero que marcará un antes y un después en materia de seguridad.

martes, 17 de octubre de 2017

Ucronía: La bala Mágica

La imagen sólo es representativa.





   Es el Gran Premio de Japón 2003 en el circuito de Suzuka, y por tanto llegado a este punto es hora de definir un campeonato que ha tenido más espectáculo que cualquier anteriormente visto. Ni los campeonatos de Senna y Prost, o los de Lauda y Hunt fueron tan emocionantes como el de éste grandioso año.


   Entrando en los principales cajones de la recta, la tensión empieza a crecer a un ritmo infernal. No es para menos, en las primeras filas de la grilla de salida se encuentran los candidatos al título. En primer lugar como de costumbre está Michael Schumacher que a paso de hormiga fue recuperando el fuelle perdido. Más atrás se encuentra Juan Pablo Montoya quien con un potente Williams se mostró competitivo a lo largo del año pero fue perdiendo su rendimiento en las últimas carreras, y se encuentra un poco lejos de conseguirlo por sus propios medios al campeonato. En el tercer cajón está Fernando Alonso, que aprovechó la gran progresión de Renault para acercarse al menos matemáticamente a la lucha por el título. En la séptima posición está el principal candidato al título despues de Schumacher, quien no es nada menos que Kimi Räikkönen un jóven finlandés de 23 años que arribó a la Formula 1 dos años atrás para convertirse en uno de los grandes pilotos.


   Si bien la temporada anterior de Kimi fue más que nada de aprendizaje, le sirvió para tener un cuchillo entre los dientes y ser catalogado por su jefe Ron Dennis como el campeón del futuro.

 
   2003 era la oportunidad que tanto Kimi como el equipo McLaren andaban necesitando para desbancar el aplanador dominio de Ferrari en los últimos años. Para ese año McLaren contaba con una nueva arma que era la punta de lanza contra la hegemonía roja del cavallino rampante. Sin embargo las cosas no empezaron tan bien ya que el nuevo MP4/18 se notaba muy impredecible mecánicamente y a veces inestable ya que era un monoplaza con una aerodinámica arriesgada y revolucionaria, lo cual propiciaba una fragilidad respecto a sus rivales, y los test de pretemporada confirmaron lo dicho. Por tanto, la gente de Woking tuvo que apelar al viejo MP4/17D para no perder la chance de estar en la lucha.


   Concluidas las tres primeras carreras que se saldaron con las victorias de Schumacher en Australia, Räikkönen en Malasia, y Montoya finalmente en Brasil, la categoría ponía rumbo hacia Europa. Entonces, una buena noticia llegaba desde Woking la sede de McLaren, habían logrado finalmente resolver los problemas que aquejaba el MP4/18 y lo iban a utilizar a partir del Gran Premio de España en Montmeló. Por tanto, San Marino fue la última fecha con el MP4/17, donde el escocés David Coulthard logró derrotar junto con Räikkönen a las poderosas Ferrari.


   Con el transcurrir del año, el nuevo vehículo diseñado por la gente del equipo inglés fue mostrando un gran potencial, y en varias carreras como en,  Nürburgring y Silverstone fueron imparables y lograron la victoria. Mientras que en España, Canadá, Monza e Indianápolis, Ferrari fue imparable. Por otro lado, Montoya junto a Williams logró adjudicarse la victoria en Mónaco y Magny Cours, y Alonso con su Renault logró vencer en Hungría convirtiéndose en el vencedor más joven de la Formula 1.


   Con la temporada casi finiquitada, el panorama venía con chances tanto para Räikkönen como para Schumacher donde la diferencia de puntos era de uno a favor del multicampeón alemán. Luego detrás aparecía Montoya con cinco unidades menos que el líder.


   Centrándonos en el fin de semana definitorio en Suzuka, desde el viernes las Ferrari fueron imparables y tanto Schumacher como Barrichello se quedaron con los primeros lugares en los entrenamientos. McLaren estaba justo ahí detrás. Al día siguiente en la clasificación, Ferrari logró otra vez plasmar lo mostrado el viernes, y Räikkönen cuajaba un pálido séptimo puesto con un MP4/18 que sufría en cada curva y no podía conseguir el agarre mecánico ideal para arrebatar la pole a Schumacher.


   Quedan fracciones de minuto para dar rienda suelta a la última carrera del 2003. Los nervios en el box de cada equipo comienzan a crecer y los directores técnicos se notan cada vez más crispados y con la piel de gallina. Se van encendiendo las luces rojas en cada reflector del semáforo, los pilotos aprietan el acelerador junto al embrague para preparar la salida de su vehículo.
 

   En un parpadeo se apagan las luces y se libera el embrague. Schumacher hace una gran largada y mantiene la primera posición, Montoya sigue la estela del piloto alemán y tapona a un Fernando Alonso que busca de manera agresiva quitarle la cuerda al colombiano, más atrás el finlandés Räikkönen no larga de una manera excelente y se ve superado por Webber, Button Frentzen, y los Jordan de Sato y Fisichella cayendo a la decimosegunda posición. Su jefe Ron Dennis se agarra la cabeza y se pone a cruzar los dedos para que ocurra un milagro.


   Con el transcurrir de los primeros compases Schumacher se sigue escapando de sus rivales y tiene todas las chances para ir vuelta a vuelta imponiendo un ritmo de carrera frenético, sacándole ocho segundos a un Montoya que va perdiendo fuelle contra Alonso. Räikkönen por su parte empieza a dejar en el camino tanto a Fisichella como a Sato, y en la vuelta 15 Iceman se apresta a superar en la Degner2 a Button, y en la zona de la 130R utiliza toda la potencia de su motor Mercedes para dar cuenta de Frentzen y luego de Webber en la Casio Chicane.


   En los giros posteriores, un Alonso que cada vez se acercaba a la caja de cambios de Montoya, peca de arriesgado en la primera curva y se lleva puesto hacia la cama de grava al Williams del colombiano, provocando la bandera amarilla y la salida del auto de seguridad en la vuelta 20.


   Dice una frase “A río revuelto ganancia de pescadores”, y en ese momento lo que Raikkönen más necesita es que ocurra alguna situación que le ayude a recuperar la distancia respecto al grupo de punta. Es el punto de inflexión de la carrera, y a partir de ahora a Kimi solo le queda ir manejando a 130 kilometros por hora y seguir al trencito de autos que cada vez más se van acercando a sus retinas. Transcurren cinco vueltas hasta que los comisarios logran limpiar la pista, y ahora llegando a la recta principal con los neumáticos en la temperatura ideal, nuestro héroe tiene claro que es lo que hay que hacer. Sabe que se está jugando el campeonato y que debe arriesgar pero tampoco pecar de agresivo como Alonso con Montoya, por tanto, en ese instante comienza a exprimir todo el potencial de su McLaren Mercedes y va a la caza de Ralf Schumacher buscando salir de cada curva  con la mejor tracción posible y pegarse poco a poco a la zona de rebufo del hermano del campeón reinante. Tras tres vueltas detrás del alemán de Williams, Raikkönen efectúa en sobrepaso en la horquilla posterior a las Degner Curve.


   En la vuelta 30, el finlandés para para cargar combustible y monta gomas duras para poder aguantar hasta el final de la carrera. Tras esto sale a pista décimo pero con el transcurrir de las paradas del resto de los pilotos del Top Ten, logra ubicarse tercero y comienza a sacarle partido a los neumáticos Michelin. Luego en la vuelta 42, ya cerca de Barrichello, le recorta cada vez más la diferencia y llega un poco pasado a la chicana de Casio, entonces en esas milésimas de segundo busca rebajar marchas, y al clavar el freno efectúa una maniobra casi al límite sobre la Ferrari del brasileño, donde por fortuna no hubo ningún inconveniente que lamentar.


   En ese momento, su ingeniero de carrera Mark Slade, le informa que está a 5 segundos de Michael Schumacher y le pide que aumente el ritmo de carrera porque ahí está la clave de la victoria y del campeonato. Räikkönen asiente y comienza a tomar cada vértice del trazado japonés al límite tratando de acercarse al piloto germano.  Es la vuelta 48, y el finés se encuentra a 1 segundo de la punta, sabe que es su momento y sigue empujando porque en menos de cuatro vueltas podría estar su sentencia.


   Quedan dos giros para el final del campeonato, Räikkönen todavía no se rinde y sigue acelerando porque está muy cerca del rebufo. Schumacher ya consciente de la amenaza del finlandés se aferra con uñas y dientes a su Ferrari para evitar que le adelante. Sin embargo al final de la vuelta 51, Räikkönen ya tiene a tiro su presa, sabe que es su única chance, que no hay grises, sino victoria o fracaso. Consigue una buena salida desde Casio, y entonces se mete en la estela del vehículo rojo de su rival, mientras tanto Schumacher zigzaguea en la recta principal para evitar el sorpaso, pero Kimi con unos reflejos increíbles, logra meterse por el interior y ponerse rueda a rueda del multicampeón en la primera curva, y en ese momento casi tocándose, la inercia del McLaren MP4/18 termina empujando levemente a la Ferrari F-2003GA que no tiene más opción que ceder el paso a la bala mágica del nórdico que comienza a proseguir los últimos metros de la decisiva carrera. En el box de McLaren todos gritan y estallan de felicidad, y los mecánicos junto a Ron Dennis se preparan para recibir desde el muro que separa el circuito de los boxes al nuevo campeón de la cateogría. La gente de Ferrari se quedan boquiabiertos, Jean Todt, jefe del equipo italiano golpea el tablero del Pitwall pero también sonríe por la gran maniobra del joven de McLaren.


   Concluída la vuelta de honor, Räikkönen se baja de su monoplaza y con el volante en mano, alza sus brazos en alto por haber logrado el triunfo y el campeonato. La alegría irradia todo su ser, y de repente aparece un frustrado pero a la vez conforme Michael Schumacher que se acerca al finlandés y le da un cordial abrazo por haber logrado su cometido.


   Ya en el podio, mientras entona el himno de su país, el rostro del finés larga algunas lágrimas de emoción que sin embargo no logran ser un llanto. Había logrado algo inédito, excepcional, que muy pocos habían logrado, derrotar a uno de los pilotos más exitosos de la historia de éste deporte. Luego de esto  levanta la copa del triunfo y descorcha el champagne para coronar un año inolvidable y una definición de película.


   Años después dejaría a McLaren para probar suerte en Ferrari pero esa es otra historia.





domingo, 1 de octubre de 2017

Las estrellas del mañana

Leclerc y Gasly son las nuevas caras de la Formula 1.
En el caso del monegasco, tendrá que esperar a 2018 para debutar. ©LAT IMAGES.


 

   No es una noticia ni la crónica de un hecho anunciado, pero es importante resaltar el tema generacional en una Formula 1 que con el correr del tiempo pasó de tener vehículos indomables, a ser una competición donde éstos son más fáciles de llevar para el piloto. Hecho que propició la llegada de muchos juveniles (que no superan los 22 o 23 años de edad al momento su debut) a la elite del motor. El caso más conocido es el de Max Verstappen que fue el piloto más joven en debutar en Formula 1 a la edad de 17 años.

  Si bien en otras disciplinas deportivas como el  futbol o atletismo es normal ver a adolescentes dar sus primeros pasos profesionalmente, en el caso de la Formula 1 hasta la modernidad, siempre los pilotos que arribaban debían cargar a sus espaldas una gran experiencia en monoplazas puesto que entre los 60, 70 y 80, los coches eran demasiados peligrosos y hasta principios de la última década mencionada, ocurrían accidentes fatales. Por tanto, la experiencia en era un pilar fundamental para persistir en la máxima. Incluso hasta mediados de la década pasada, todavía existía una pronunciada diferencia entre los autos de la antigua Formula 3000 que era la telonera más importante, y la Formula 1.

   A partir de los inicios del siglo actual, fuimos testigos del ascenso meteórico de pilotos que ingresaban a corta edad o con escasa experiencia que sin embargo traían consigo dotes de talento impresionantes. Los más conocidos son Fernando Alonso, Sebastian Vettel  y Kimi Räikkönen , o el mismísimo Verstappen. En todos estos casos exceptuando el de Alonso y Vettel que ya acarreaban experiencia en monoplazas, los otrora mencionados sin tanto fogueo en las formulas menores, lograron encajar y adaptarse rápidamente a las exigencias de la elite.

  Actualmente, también hay otros jóvenes menores a 25 años que están asentándose como futuras estrellas de la máxima entre los que figuran Carlos Sainz Jr, Kevin Magnussen, Esteban Ocon, o Pascal Wehrlein. Pero también hay otros que golpean la puerta de entrada. Dos de los ejemplares más relevantes son Pierre Gasly y Charles Leclerc.

  Gasly, el francés del team junior de Red Bull, a sus 21 años de edad ha sabido escalar y conseguir resultados a base de manejo para llegar la Formula 1. Si bien en 2016 fue campeón de la GP2 Series, fue capaz de hacerle frente a Carlos Sainz Jr en la lucha por el título de la Formula Renault 3.5 en 2014 sin conseguir triunfos. Debutó en el reciente Gran premio de Malasia de Fórmula 1 reemplazando a Kvyat, pero también se encuentra peleando por la corona de la Super Formula Japonesa que definirá a finales de octubre.  Es un piloto rápido, cerebral  y consistente. Lo veo muy parecido a Sainz en el aspecto del pilotaje, cualidades  que contraponiendo a la velocidad pura y dura de pilotos como el mítico Senna, también pueden otorgar grandes éxitos.

Gasly ha marcado una excelente temporada en Japón contra experimentados rivales.



   Por otro lado, el monegasco Charles Leclerc es la sensación entre los pilotos jóvenes que buscan hacerse un hueco en la Formula 1. En las últimas temporadas ha ganado diferentes campeonatos, y se destaca por ser un piloto veloz y con el toque de agresividad justo. Éste año en la Formula 2 ha demostrado carrera a carrera su impronta y autoridad para gestionar su dominio y llegar a la definición de Jerez como el gran favorito.


El talentoso Charles Leclerc es la punta de lanza de Ferrari de cara al futuro.
Recuerda al desaparecido Jules Bianchi con quien tenía una gran amistad.


    Agilidad para pulverizar los cronómetros, y épicas remontadas son algunas de las especialidades que Leclerc ostenta en su currículum el cual es muy tenido en cuenta por la Scudería Ferrari, equipo que ve en el monegasco un futuro astro del deporte motor y sucesor de Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen. Por tanto, Charles tiene una gran proyección y no sería una sorpresa si en el futuro logra confirmar lo que se espera de sí mismo.

   Teniendo en cuenta este actual panorama de las jóvenes promesas que están llegando y asentandose en la Formula 1, no cabe duda que el futuro del deporte está en buenas manos ya que el día en que no tengamos más en pista a los sublimes Hamilton, Vettel, Bottas y Ricciardo,  todavía habrá gran espectáculo con ésta camada de talentos que llegó a la elite para marcar su sello y acrecentar la historia de una de las competiciones más prestigiosas del mundo.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Acuerdos sellados

¿Acertará McLaren con el cambio de fabricante? ¿Puede Red Bull sacar rédito de ésta gran operación?



   Se terminó de cerrar lo que hace días era un secreto a voces. McLaren prescindirá de los servicios de Honda de cara a 2018, y pasará a ser motorizada por Renault en uno de los movimientos más extraños –al menos a mi criterio- que se produjeran en la Formula 1 de los últimos años. Honda por su parte, se vinculará con Toro Rosso por unas 3 temporadas.


   Era un hecho que la relación entre McLaren y Honda estaba más deteriorada que nunca, y si bien las cosas para 2017 al inicio parecían alentadoras, los test y el correr del año se encargaron de corroer el matrimonio hasta el punto de terminar efectuando este sorprendente movimiento que no dejó a nadie indiferente.


   Toro Rosso, otra pieza inmersa en este asunto, será a priori el conejo de indias de la gente de Red Bull, quienes ven en éste juego de pases la oportunidad perfecta para tener un motor exclusivo que les permita optar a ser campeones nuevamente. Además, este movimiento también incluye un movimiento en el mercado de pases, puesto que los de Milton Keynes cederían a Carlos Sainz Junior a Renault por varias temporadas, lo que a su vez permitiría que el galo Pierre Gasly ascienda a la Formula 1 junto a Toro Rosso, ya que Renault anunció que el contrato de Jolyon Palmer concluye al terminar la temporada.


   Sin dudas a esta operación todavía la miro con ojos reacios porque no es algo que a largo plazo favorecerá a McLaren ya que Renault tiene estipulado retornar entre 2019 y 2020 a un nivel competitivo.  Y para que eso ocurra, los franceses deberán relegar a sus equipos clientes con el fin de tener exclusivamente la especificación competitiva de la Unidad de Potencia, mientras que si otorga el mismo material a McLaren o Red Bull se verían en desventaja, especialmente con el último mencionado que tiene su reputación bien ganada construyendo chasis competitivos. De McLaren todo es incógnita respecto a en que parte de la parrilla se verían si montaran la planta motriz fabricada en Viry-Chatillon, pero supongo que a corto plazo le dará una mejora sustancial respecto al rendimiento que actualmente les otorga Honda.


   También podría beneficiar a la gente de Honda ya que no tendrían tanta presión para avocarse a su unidad de potencia puesto que trabajarán en un equipo pequeño, lo que podría servirles para obtener las mieles del éxito junto a Red Bull, ya que se especula que en 2018 concluirá su unión con Renault. Otro aspecto a tener en cuenta es que en 2021 una nueva normativa de motores entrará en vigor.


   Por otro lado, considero que este cambio de fabricante por parte de McLaren puede ser una maniobra para intentar retener a un cada vez más frustrado Fernando Alonso quien hasta el momento ha desertado en la mayoría de las carreras disputadas este 2017. Además, es obvio que el mismo piloto español todavía sueña con volver a manejar un vehículo competitivo. Ésta nueva unión no es garantía de nada, pero podría ser un incentivo para que el bicampeón asturiano siga un poco más en la máxima categoría.



  Si en realidad McLaren tiene en mente algún proyecto serio de cara al reglamento de los motores de 2021, debería apurarse y comenzar desde 2018 alguna asociación con otro fabricante, como por ejemplo Cosworth para tener la exclusividad que todo equipo de Fórmula 1 busca en relación a la planta motriz, ya que es voz populi que equipos como Ferrari o Mercedes brinden a los equipos clientes la especificación no actualizada de las unidades de potencia.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Más que un simple Gran Premio

El Gran Premio de Italia en Monza, es una prueba viviente de la pasión de los fanáticos del motorsport.


   Existe un país  en el continente europeo muy tradicionalista y pasional conocido no sólo por la calidez de su gente, sino también por albergar a grandes personajes de la Historia de la Humanidad que dejaron su impronta en el arte, la ciencia, y la arquitectura entre otras disciplinas. También en los siglos anteriores a Cristo, supo erigirse sobre sus terruños uno de los Imperios más poderosos y legendarios de la Historia.

   Ese mismo país este fin de semana, será una ocasión más sede del Gran Premio de Italia en el Autódromo Nazionale Di Monza, situado en la localidad de Monza, al norte de Milán. Dicho circuito es diferente a cualquier otro de los veinte que integran el calendario, no específicamente por su fisonomía y paisaje, sino porque se ha convertido con el pasar de las décadas un ícono de Italia y también el hogar del equipo más laureado de la historia de la Formula 1, la Scudería Ferrari. Otra característica únicamente presente en el circuito de Monza es que lograr reunir a miles de fanáticos del mundo del motor incluyendo a los famosos Tifosi (Aficionados de Ferrari) que acuden año tras año al templo del automovilismo para ver al equipo de sus amores competir por la victoria.

   Por otro lado, Monza no es especial para mí solamente por esos motivos, sino porque como se darán cuenta, soy como una pronunciada parte de los habitantes de mi país descendiente de inmigrantes italianos, y desde chico me sentí identificado con el país transalpino y la bandera de Ferrari. Si bien en los últimos años dejé un poco de lado ese aprecio hacia Italia, no hay un momento en el que el himno de aquél país no me ponga la piel de gallina y con más razón si gana una Ferrari.


   La Scudería ganó en el legendario autódromo diecisiete veces, pero en otras tampoco pudo ganar. De hecho, hay un limbo de varios años entre algunas y otras victorias, siendo así una prueba no tan favorable pero si la más exigente para el equipo de Maranello. La primera desde el comienzo del Campeonato de Fórmula 1, se dio en 1951 de la mano del legendario Alberto Ascari, y la última hasta el momento fue del español  Fernando Alonso en 2010.


                           
  

   Pasaron un montón de ediciones de ésta clásica carrera pero hubo algunas que quedaron en la historia como por ejemplo la de 1971 donde se dio uno de los finales más apretados de la historia, o la memorable victoria de Gerhard Berger en 1988 sobre los imbatibles McLaren Honda, aunque también hubo otras trágicas como la de 1961 en la que tras un accidente fallecieron Wolfgang Von Trips y varios espectadores, o cuando Jochen Rindt perdió la vida tras despistarse en los entrenamientos.


   Para esta nueva ocasión el panorama luce medianamente prometedor para Ferrari y sus seguidores, puesto que a lo largo de ésta temporada el equipo italiano ha logrado un auto competitivo que le permite luchar directamente con el vigente campeón Mercedes, y a pesar del triunfo de los germanos en Spa Francorchamps, la Scudería demostró que tiene el arma correcta para oponerse al poderío de las flechas plateadas en los circuitos donde la potencia y la baja carga aerodinámica son cruciales para lograr la victoria. Por tanto, Vettel y Räikkönen pueden tener en sus manos la chance de arrebatarles a Hamilton y Mercedes el primer puesto, y a su vez descontar la distancia en el Mundial de Constructores. En el caso particular de Vettel, deberá estirar la ventaja que Hamilton logró descontar en la fecha anterior. Mientras que el británico de Mercedes solo debe centrarse en dominar todo el fin de semana para descontar y afirmarse al liderazgo del campeonato.

 Hamilton y Vettel están siendo participes de uno de los campeonatos más emocionantes de los últimos años.


     Del resto de los equipos, los más poderosos parecen ser Force India y Red Bull. Los hindús pueden imponerse a Red Bull si logran hacer una estrategia sólida y hacen definitivamente las paces entre sus pilotos (Cosa que se anunció en la Conferencia de Prensa y quedó aparentemente acordada). Red Bull si bien no tiene un motor tan potente como el del equipo hindú, puede ser superior al equipo de Silverstone pero dependerá de cómo funcione su coche en el circuito, y de la fiabilidad que les privó de obtener valiosos puntos con Verstappen.

   Para concluir cabe destacar que a partir de ahora empieza la etapa en la que muchos equipos definirán su alineación de pilotos para la próxima temporada, y a pesar de que Ferrari ya confirmó sus pilotos hay otros que todavía restan por confirmar, aunque ya habrá tiempo para eso.