sábado, 2 de diciembre de 2017

Fui felíz mientras duró

Es complicado describir la temporada 2017 con una imagen, pero creo que ésta puede ayudar un poco en eso. Foto: Web oficial de la Fórmula 1.





   Concluyó otra temporada más del mundial de fórmula 1, un mundial que volvió a tener la chispa que se había perdido tras los insípidos dominios ejercidos  primero por Red Bull, y luego de forma más aplastante por parte de Mercedes. Si bien, en la época dominante de los primeros mencionados tuvieron dos temporadas donde sudaron para conseguir los títulos, claramente fueron superiores durante ese periodo. Mientras que los alemanes dominaron con tranquilidad y holgura las temporadas posteriores brindando la posibilidad de que sus pilotos se disputen el certamen. Sin embargo para este 2017, y tras años de numerosas decepciones, renació de las cenizas un caballo rampante dispuesto a romper con el orden existente.


   Por supuesto, para ésta temporada junto al incombustible corcel italiano, no podía faltar un enérgico toro austríaco con el sueño de reverdecer los laureles que supo amarrar durante los primeros periplos de ésta década, pero que en los últimos años se fueron marchitando. Contamos también con la presencia de otros grandes protagonistas pero a pesar de su labor no lograron robarse el show como bien lo hicieron los anteriores.


   La temporada arrancó con viento a favor para Ferrari, y por primera vez después de muchos años nos dimos el lujo de poder presenciar un mano a mano entre Hamilton y Vettel sin tanta diferencia entre uno y otro. Personalmente pude tras casi una década apreciar una temporada que me recuerde a aquel lejano pero nostálgico 2008 que una inmensa huella dejó en mí. Siendo sincero fue como revivir una parte de mi infancia mirando este deporte, y lo cierto es que en algunas cosas ésta temporada tuvo un poco de semejanza con 2008. Matando un poco el asunto de la nostalgia, Mercedes recuperó su forma y en reiterados momentos de la temporada mostró su superioridad  frente a las máquinas italianas, lo cual les permitió consagrarse una vez más como campeones.

Ahí se decidió todo: Vettel se cierra y provoca que Verstappen y Räikkönen
lo embistan en un aparatoso accidente que le costó el campeonato al germano y Ferrari.



   Red Bull que arrancó de forma tibia el campeonato, fue capaz de capitalizar los momentos donde la fortuna no estuvo del lado de Ferrari, y logró llevarse un puñado de victorias que valen su peso en oro, además hay que tener en cuenta que el motor Renault siempre estuvo detrás de sus rivales. Por tanto, el resultado final de los energéticos es meritorio.


   Como una noche de discoteca de esas en las que todo es diversión, 2017 ofreció numerosas batallas y duelos para apreciar que hacía tiempo que no se veían. Particularmente para poder ver a Vettel y Hamilton enfrentados de forma directa con armas en cierta medida similares, hubo que esperar numerosas temporadas  ya que durante el ciclo dominante de Red Bull el piloto inglés no contó con el vehículo ideal para plantarle cara de forma directa al germano, y luego en la actual era híbrida, Vettel estuvo en la misma situación que el moreno frente al poderío de los Mercedes. Lo que se vivió durante todo el año gracias a estos dos Tetracampeones fue fenomenal, no siempre coincidieron en pista para pelear cuerpo a cuerpo pero las veces que lo hicieron no decepcionaron, a excepción de Azerbaiyán donde Hamilton ralentizó al ferrarista durante la presencia del Safety Car lo que provocó que el alemán del equipo italiano le diera un empujón a su rival, generando así una de las grandes polémicas del año.


   Los focos no estuvieron centrados únicamente en Ferrari y Mercedes, sino que también hubo varios equipos que merecen la atención en éstas líneas por su rol tanto positivo como negativo. Los muchachos de Force India marcaron otra excelente temporada donde lograron consolidarse como la cuarta fuerza, solo detrás de los equipos con mayor cantidad de recursos, optimizando y exprimiendo cada parte de su monoplaza. Sin embargo su talón de Aquiles fue tener en sus filas dos pilotos con el mismo apetito de gloria, puesto que Pérez y Ocon no se supieron manejar como verdaderos compañeros de equipo y en ocasiones se llegaron a complicar la vida al punto de que el equipo hindú se vio obligado a tomar cartas en el asunto e imponer órdenes de equipo. Aun así, el daño ya estaba hecho porque el equipo perdió de las manos una utópica pero no imposible victoria en la alocada carrera de Azerbaiyán.


   Williams parecía estar destinada a mejorar el flojo potencial mostrado sus anteriores temporadas, no obstante cualquier expectativa creada en el equipo de Grove fue en vano. Sufrieron toda la temporada con un vehículo que en condiciones normales solo podía pelear los últimos lugares de la zona puntuable y con una pareja de pilotos que fue el ying y el yang, es decir un Stroll con muchísimo por mejorar y aprender, y un Massa que sólo retornó para relevar a Bottas en el equipo británico. Para 2018 esperan  contar con Robert Kubica, quien tras años de ausencia por un accidente donde perdió prácticamente la movilidad de una mano, regresa para hacer historia y demostrar que nada imposible de lograr.


Kubica superó las barreras que impedían su regreso a las pistas, y será un nuevo protagonista para 2018.




   Renault mejoró sustancialmente pero si no lograron acercarse a Williams lo suficientemente fue porque Hulkenberg manejó prácticamente solo durante la temporada y porque su unidad de potencia todavía no logra estar a la altura de las fabricadas por Ferrari y Mercedes. Tras el despido de Palmer pudieron puntuar con Sainz pero sufrieron más reveses que aciertos. Renault buscará asentar las bases que le permitan en futuro ser un firme candidato al título.


   Como mencioné meses atrás, McLaren volvió a decepcionar, y ésta temporada no se puede salvar porque prácticamente hicieron el ridículo desde el vamos llevando a cuestas el deplorable motor Honda, tras la ruptura de relaciones entre McLaren y los japoneses las cosas mejoraron un poco pero ya sellaron el acuerdo con Renault y el último capítulo de los de Woking junto a los de Sakura no es más que un triste recuerdo de un pasado que esperan olvidar. Alonso una vez más volvió a relucir sus grandes cualidades como piloto sacando resultados de un vehículo impresentable para un piloto de su jerarquía, y si bien su compañero Vandoorne no impresionó demasiado, pudo en algunas oportunidades batir al legendario piloto español.



¿Será positivo el cambio de motorista que inicia McLaren?




   Toro Rosso por otro lado, fue el equipo pequeño que más inestabilidad vivió durante este ciclo ya que los problemas del motor Renault, el flojo rendimiento de Kvyat, y los incidentes del piloto ruso con su compañero Sainz le privaron de conseguir algunos puntos, los puntos obtenidos por el español en Singapur fue el techo del equipo de Faenza que se fue desinflando y con el  ascenso de Gasly y Hartley, sumado al despido de Kvyat y el traspaso del mismo Sainz a Renault confirmó una temporada plagada por la incertidumbre. Para 2018 calzarán el motor Honda y se espera que puedan obtener un buen rinde con los nipones para que Red Bull, su equipo jefe, pueda reencontrar el camino hacia el éxito.


   Haas y Sauber hicieron un papel decente siendo a priori los equipos más humildes del campeonato. En el caso de los norteamericanos, pudieron puntuar mucho más que en 2016 cuando tenían a un piloto de bajo nivel como Gutierrez. Sin embargo, volvieron a pagar una vez más las consecuencias de gestionar un equipo low cost, lo que les privó de ganarle el sexto  peldaño del campeonato de constructores a Renault.


   Mucho peor le fue a Sauber, el equipo más pobre del calendario que con un motor más antiguo que todos sus rivales, y la imposibilidad de realizar un auto competitivo, tuvo que apelar a la suerte y a las habilidades del talentoso Pascal Wehrlein, quien trajo a Hinwill los únicos 5 puntos cosechados por el equipo helvético finalizando últimos en el campeonato de constructores. Los suizos esperan para 2018 abandonar el fondo de la grilla de la mano de Alfa Romeo con quienes realizaron una asociación que incluirá una gran colaboración entre ambos. Además, contarán con el promisorio Charles Leclerc quien espera demostrar en la Formula 1 lo que ya logró en las categorías inferiores.


   A fin de cuentas, fue una temporada que pasó con muy buena nota las exigencias que se hacían rogar respecto a las temporadas anteriores. En 2014 y 2016 tuvimos definiciones por el campeonato en la fecha final pero no generaron las mismas sensaciones que la de 2017 que se mantuvo espectacular hasta que Ferrari y Vettel fueron perdiéndole el paso a Hamilton a causa de fallos mecánicos y decisiones erróneas que les costaron el campeonato, mientras que el inglés tuvo un año impecable sin abandonar ninguna de las 20 carreras disputadas, y teniendo como peor resultado el noveno lugar cosechado en México, fecha donde una vez más gritó campeón. Su manejo durante todo el año fue increíble y demostró una vez más por qué es el mejor. Por otro lado, como muchas buenas noches de discoteca lo mejor tuvo un final algo anticipado pero lo importante fue haber sido testigo una vez más de la última temporada de una Formula  1 sin elementos de protección como el controvertido Halo del cual no viene al caso comentar, pero que marcará un antes y un después en materia de seguridad.

martes, 17 de octubre de 2017

Ucronía: La bala Mágica

La imagen sólo es representativa.





   Es el Gran Premio de Japón 2003 en el circuito de Suzuka, y por tanto llegado a este punto es hora de definir un campeonato que ha tenido más espectáculo que cualquier anteriormente visto. Ni los campeonatos de Senna y Prost, o los de Lauda y Hunt fueron tan emocionantes como el de éste grandioso año.


   Entrando en los principales cajones de la recta, la tensión empieza a crecer a un ritmo infernal. No es para menos, en las primeras filas de la grilla de salida se encuentran los candidatos al título. En primer lugar como de costumbre está Michael Schumacher que a paso de hormiga fue recuperando el fuelle perdido. Más atrás se encuentra Juan Pablo Montoya quien con un potente Williams se mostró competitivo a lo largo del año pero fue perdiendo su rendimiento en las últimas carreras, y se encuentra un poco lejos de conseguirlo por sus propios medios al campeonato. En el tercer cajón está Fernando Alonso, que aprovechó la gran progresión de Renault para acercarse al menos matemáticamente a la lucha por el título. En la séptima posición está el principal candidato al título despues de Schumacher, quien no es nada menos que Kimi Räikkönen un jóven finlandés de 23 años que arribó a la Formula 1 dos años atrás para convertirse en uno de los grandes pilotos.


   Si bien la temporada anterior de Kimi fue más que nada de aprendizaje, le sirvió para tener un cuchillo entre los dientes y ser catalogado por su jefe Ron Dennis como el campeón del futuro.

 
   2003 era la oportunidad que tanto Kimi como el equipo McLaren andaban necesitando para desbancar el aplanador dominio de Ferrari en los últimos años. Para ese año McLaren contaba con una nueva arma que era la punta de lanza contra la hegemonía roja del cavallino rampante. Sin embargo las cosas no empezaron tan bien ya que el nuevo MP4/18 se notaba muy impredecible mecánicamente y a veces inestable ya que era un monoplaza con una aerodinámica arriesgada y revolucionaria, lo cual propiciaba una fragilidad respecto a sus rivales, y los test de pretemporada confirmaron lo dicho. Por tanto, la gente de Woking tuvo que apelar al viejo MP4/17D para no perder la chance de estar en la lucha.


   Concluidas las tres primeras carreras que se saldaron con las victorias de Schumacher en Australia, Räikkönen en Malasia, y Montoya finalmente en Brasil, la categoría ponía rumbo hacia Europa. Entonces, una buena noticia llegaba desde Woking la sede de McLaren, habían logrado finalmente resolver los problemas que aquejaba el MP4/18 y lo iban a utilizar a partir del Gran Premio de España en Montmeló. Por tanto, San Marino fue la última fecha con el MP4/17, donde el escocés David Coulthard logró derrotar junto con Räikkönen a las poderosas Ferrari.


   Con el transcurrir del año, el nuevo vehículo diseñado por la gente del equipo inglés fue mostrando un gran potencial, y en varias carreras como en,  Nürburgring y Silverstone fueron imparables y lograron la victoria. Mientras que en España, Canadá, Monza e Indianápolis, Ferrari fue imparable. Por otro lado, Montoya junto a Williams logró adjudicarse la victoria en Mónaco y Magny Cours, y Alonso con su Renault logró vencer en Hungría convirtiéndose en el vencedor más joven de la Formula 1.


   Con la temporada casi finiquitada, el panorama venía con chances tanto para Räikkönen como para Schumacher donde la diferencia de puntos era de uno a favor del multicampeón alemán. Luego detrás aparecía Montoya con cinco unidades menos que el líder.


   Centrándonos en el fin de semana definitorio en Suzuka, desde el viernes las Ferrari fueron imparables y tanto Schumacher como Barrichello se quedaron con los primeros lugares en los entrenamientos. McLaren estaba justo ahí detrás. Al día siguiente en la clasificación, Ferrari logró otra vez plasmar lo mostrado el viernes, y Räikkönen cuajaba un pálido séptimo puesto con un MP4/18 que sufría en cada curva y no podía conseguir el agarre mecánico ideal para arrebatar la pole a Schumacher.


   Quedan fracciones de minuto para dar rienda suelta a la última carrera del 2003. Los nervios en el box de cada equipo comienzan a crecer y los directores técnicos se notan cada vez más crispados y con la piel de gallina. Se van encendiendo las luces rojas en cada reflector del semáforo, los pilotos aprietan el acelerador junto al embrague para preparar la salida de su vehículo.
 

   En un parpadeo se apagan las luces y se libera el embrague. Schumacher hace una gran largada y mantiene la primera posición, Montoya sigue la estela del piloto alemán y tapona a un Fernando Alonso que busca de manera agresiva quitarle la cuerda al colombiano, más atrás el finlandés Räikkönen no larga de una manera excelente y se ve superado por Webber, Button Frentzen, y los Jordan de Sato y Fisichella cayendo a la decimosegunda posición. Su jefe Ron Dennis se agarra la cabeza y se pone a cruzar los dedos para que ocurra un milagro.


   Con el transcurrir de los primeros compases Schumacher se sigue escapando de sus rivales y tiene todas las chances para ir vuelta a vuelta imponiendo un ritmo de carrera frenético, sacándole ocho segundos a un Montoya que va perdiendo fuelle contra Alonso. Räikkönen por su parte empieza a dejar en el camino tanto a Fisichella como a Sato, y en la vuelta 15 Iceman se apresta a superar en la Degner2 a Button, y en la zona de la 130R utiliza toda la potencia de su motor Mercedes para dar cuenta de Frentzen y luego de Webber en la Casio Chicane.


   En los giros posteriores, un Alonso que cada vez se acercaba a la caja de cambios de Montoya, peca de arriesgado en la primera curva y se lleva puesto hacia la cama de grava al Williams del colombiano, provocando la bandera amarilla y la salida del auto de seguridad en la vuelta 20.


   Dice una frase “A río revuelto ganancia de pescadores”, y en ese momento lo que Raikkönen más necesita es que ocurra alguna situación que le ayude a recuperar la distancia respecto al grupo de punta. Es el punto de inflexión de la carrera, y a partir de ahora a Kimi solo le queda ir manejando a 130 kilometros por hora y seguir al trencito de autos que cada vez más se van acercando a sus retinas. Transcurren cinco vueltas hasta que los comisarios logran limpiar la pista, y ahora llegando a la recta principal con los neumáticos en la temperatura ideal, nuestro héroe tiene claro que es lo que hay que hacer. Sabe que se está jugando el campeonato y que debe arriesgar pero tampoco pecar de agresivo como Alonso con Montoya, por tanto, en ese instante comienza a exprimir todo el potencial de su McLaren Mercedes y va a la caza de Ralf Schumacher buscando salir de cada curva  con la mejor tracción posible y pegarse poco a poco a la zona de rebufo del hermano del campeón reinante. Tras tres vueltas detrás del alemán de Williams, Raikkönen efectúa en sobrepaso en la horquilla posterior a las Degner Curve.


   En la vuelta 30, el finlandés para para cargar combustible y monta gomas duras para poder aguantar hasta el final de la carrera. Tras esto sale a pista décimo pero con el transcurrir de las paradas del resto de los pilotos del Top Ten, logra ubicarse tercero y comienza a sacarle partido a los neumáticos Michelin. Luego en la vuelta 42, ya cerca de Barrichello, le recorta cada vez más la diferencia y llega un poco pasado a la chicana de Casio, entonces en esas milésimas de segundo busca rebajar marchas, y al clavar el freno efectúa una maniobra casi al límite sobre la Ferrari del brasileño, donde por fortuna no hubo ningún inconveniente que lamentar.


   En ese momento, su ingeniero de carrera Mark Slade, le informa que está a 5 segundos de Michael Schumacher y le pide que aumente el ritmo de carrera porque ahí está la clave de la victoria y del campeonato. Räikkönen asiente y comienza a tomar cada vértice del trazado japonés al límite tratando de acercarse al piloto germano.  Es la vuelta 48, y el finés se encuentra a 1 segundo de la punta, sabe que es su momento y sigue empujando porque en menos de cuatro vueltas podría estar su sentencia.


   Quedan dos giros para el final del campeonato, Räikkönen todavía no se rinde y sigue acelerando porque está muy cerca del rebufo. Schumacher ya consciente de la amenaza del finlandés se aferra con uñas y dientes a su Ferrari para evitar que le adelante. Sin embargo al final de la vuelta 51, Räikkönen ya tiene a tiro su presa, sabe que es su única chance, que no hay grises, sino victoria o fracaso. Consigue una buena salida desde Casio, y entonces se mete en la estela del vehículo rojo de su rival, mientras tanto Schumacher zigzaguea en la recta principal para evitar el sorpaso, pero Kimi con unos reflejos increíbles, logra meterse por el interior y ponerse rueda a rueda del multicampeón en la primera curva, y en ese momento casi tocándose, la inercia del McLaren MP4/18 termina empujando levemente a la Ferrari F-2003GA que no tiene más opción que ceder el paso a la bala mágica del nórdico que comienza a proseguir los últimos metros de la decisiva carrera. En el box de McLaren todos gritan y estallan de felicidad, y los mecánicos junto a Ron Dennis se preparan para recibir desde el muro que separa el circuito de los boxes al nuevo campeón de la cateogría. La gente de Ferrari se quedan boquiabiertos, Jean Todt, jefe del equipo italiano golpea el tablero del Pitwall pero también sonríe por la gran maniobra del joven de McLaren.


   Concluída la vuelta de honor, Räikkönen se baja de su monoplaza y con el volante en mano, alza sus brazos en alto por haber logrado el triunfo y el campeonato. La alegría irradia todo su ser, y de repente aparece un frustrado pero a la vez conforme Michael Schumacher que se acerca al finlandés y le da un cordial abrazo por haber logrado su cometido.


   Ya en el podio, mientras entona el himno de su país, el rostro del finés larga algunas lágrimas de emoción que sin embargo no logran ser un llanto. Había logrado algo inédito, excepcional, que muy pocos habían logrado, derrotar a uno de los pilotos más exitosos de la historia de éste deporte. Luego de esto  levanta la copa del triunfo y descorcha el champagne para coronar un año inolvidable y una definición de película.


   Años después dejaría a McLaren para probar suerte en Ferrari pero esa es otra historia.





domingo, 1 de octubre de 2017

Las estrellas del mañana

Leclerc y Gasly son las nuevas caras de la Formula 1.
En el caso del monegasco, tendrá que esperar a 2018 para debutar. ©LAT IMAGES.


 

   No es una noticia ni la crónica de un hecho anunciado, pero es importante resaltar el tema generacional en una Formula 1 que con el correr del tiempo pasó de tener vehículos indomables, a ser una competición donde éstos son más fáciles de llevar para el piloto. Hecho que propició la llegada de muchos juveniles (que no superan los 22 o 23 años de edad al momento su debut) a la elite del motor. El caso más conocido es el de Max Verstappen que fue el piloto más joven en debutar en Formula 1 a la edad de 17 años.

  Si bien en otras disciplinas deportivas como el  futbol o atletismo es normal ver a adolescentes dar sus primeros pasos profesionalmente, en el caso de la Formula 1 hasta la modernidad, siempre los pilotos que arribaban debían cargar a sus espaldas una gran experiencia en monoplazas puesto que entre los 60, 70 y 80, los coches eran demasiados peligrosos y hasta principios de la última década mencionada, ocurrían accidentes fatales. Por tanto, la experiencia en era un pilar fundamental para persistir en la máxima. Incluso hasta mediados de la década pasada, todavía existía una pronunciada diferencia entre los autos de la antigua Formula 3000 que era la telonera más importante, y la Formula 1.

   A partir de los inicios del siglo actual, fuimos testigos del ascenso meteórico de pilotos que ingresaban a corta edad o con escasa experiencia que sin embargo traían consigo dotes de talento impresionantes. Los más conocidos son Fernando Alonso, Sebastian Vettel  y Kimi Räikkönen , o el mismísimo Verstappen. En todos estos casos exceptuando el de Alonso y Vettel que ya acarreaban experiencia en monoplazas, los otrora mencionados sin tanto fogueo en las formulas menores, lograron encajar y adaptarse rápidamente a las exigencias de la elite.

  Actualmente, también hay otros jóvenes menores a 25 años que están asentándose como futuras estrellas de la máxima entre los que figuran Carlos Sainz Jr, Kevin Magnussen, Esteban Ocon, o Pascal Wehrlein. Pero también hay otros que golpean la puerta de entrada. Dos de los ejemplares más relevantes son Pierre Gasly y Charles Leclerc.

  Gasly, el francés del team junior de Red Bull, a sus 21 años de edad ha sabido escalar y conseguir resultados a base de manejo para llegar la Formula 1. Si bien en 2016 fue campeón de la GP2 Series, fue capaz de hacerle frente a Carlos Sainz Jr en la lucha por el título de la Formula Renault 3.5 en 2014 sin conseguir triunfos. Debutó en el reciente Gran premio de Malasia de Fórmula 1 reemplazando a Kvyat, pero también se encuentra peleando por la corona de la Super Formula Japonesa que definirá a finales de octubre.  Es un piloto rápido, cerebral  y consistente. Lo veo muy parecido a Sainz en el aspecto del pilotaje, cualidades  que contraponiendo a la velocidad pura y dura de pilotos como el mítico Senna, también pueden otorgar grandes éxitos.

Gasly ha marcado una excelente temporada en Japón contra experimentados rivales.



   Por otro lado, el monegasco Charles Leclerc es la sensación entre los pilotos jóvenes que buscan hacerse un hueco en la Formula 1. En las últimas temporadas ha ganado diferentes campeonatos, y se destaca por ser un piloto veloz y con el toque de agresividad justo. Éste año en la Formula 2 ha demostrado carrera a carrera su impronta y autoridad para gestionar su dominio y llegar a la definición de Jerez como el gran favorito.


El talentoso Charles Leclerc es la punta de lanza de Ferrari de cara al futuro.
Recuerda al desaparecido Jules Bianchi con quien tenía una gran amistad.


    Agilidad para pulverizar los cronómetros, y épicas remontadas son algunas de las especialidades que Leclerc ostenta en su currículum el cual es muy tenido en cuenta por la Scudería Ferrari, equipo que ve en el monegasco un futuro astro del deporte motor y sucesor de Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen. Por tanto, Charles tiene una gran proyección y no sería una sorpresa si en el futuro logra confirmar lo que se espera de sí mismo.

   Teniendo en cuenta este actual panorama de las jóvenes promesas que están llegando y asentandose en la Formula 1, no cabe duda que el futuro del deporte está en buenas manos ya que el día en que no tengamos más en pista a los sublimes Hamilton, Vettel, Bottas y Ricciardo,  todavía habrá gran espectáculo con ésta camada de talentos que llegó a la elite para marcar su sello y acrecentar la historia de una de las competiciones más prestigiosas del mundo.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Acuerdos sellados

¿Acertará McLaren con el cambio de fabricante? ¿Puede Red Bull sacar rédito de ésta gran operación?



   Se terminó de cerrar lo que hace días era un secreto a voces. McLaren prescindirá de los servicios de Honda de cara a 2018, y pasará a ser motorizada por Renault en uno de los movimientos más extraños –al menos a mi criterio- que se produjeran en la Formula 1 de los últimos años. Honda por su parte, se vinculará con Toro Rosso por unas 3 temporadas.


   Era un hecho que la relación entre McLaren y Honda estaba más deteriorada que nunca, y si bien las cosas para 2017 al inicio parecían alentadoras, los test y el correr del año se encargaron de corroer el matrimonio hasta el punto de terminar efectuando este sorprendente movimiento que no dejó a nadie indiferente.


   Toro Rosso, otra pieza inmersa en este asunto, será a priori el conejo de indias de la gente de Red Bull, quienes ven en éste juego de pases la oportunidad perfecta para tener un motor exclusivo que les permita optar a ser campeones nuevamente. Además, este movimiento también incluye un movimiento en el mercado de pases, puesto que los de Milton Keynes cederían a Carlos Sainz Junior a Renault por varias temporadas, lo que a su vez permitiría que el galo Pierre Gasly ascienda a la Formula 1 junto a Toro Rosso, ya que Renault anunció que el contrato de Jolyon Palmer concluye al terminar la temporada.


   Sin dudas a esta operación todavía la miro con ojos reacios porque no es algo que a largo plazo favorecerá a McLaren ya que Renault tiene estipulado retornar entre 2019 y 2020 a un nivel competitivo.  Y para que eso ocurra, los franceses deberán relegar a sus equipos clientes con el fin de tener exclusivamente la especificación competitiva de la Unidad de Potencia, mientras que si otorga el mismo material a McLaren o Red Bull se verían en desventaja, especialmente con el último mencionado que tiene su reputación bien ganada construyendo chasis competitivos. De McLaren todo es incógnita respecto a en que parte de la parrilla se verían si montaran la planta motriz fabricada en Viry-Chatillon, pero supongo que a corto plazo le dará una mejora sustancial respecto al rendimiento que actualmente les otorga Honda.


   También podría beneficiar a la gente de Honda ya que no tendrían tanta presión para avocarse a su unidad de potencia puesto que trabajarán en un equipo pequeño, lo que podría servirles para obtener las mieles del éxito junto a Red Bull, ya que se especula que en 2018 concluirá su unión con Renault. Otro aspecto a tener en cuenta es que en 2021 una nueva normativa de motores entrará en vigor.


   Por otro lado, considero que este cambio de fabricante por parte de McLaren puede ser una maniobra para intentar retener a un cada vez más frustrado Fernando Alonso quien hasta el momento ha desertado en la mayoría de las carreras disputadas este 2017. Además, es obvio que el mismo piloto español todavía sueña con volver a manejar un vehículo competitivo. Ésta nueva unión no es garantía de nada, pero podría ser un incentivo para que el bicampeón asturiano siga un poco más en la máxima categoría.



  Si en realidad McLaren tiene en mente algún proyecto serio de cara al reglamento de los motores de 2021, debería apurarse y comenzar desde 2018 alguna asociación con otro fabricante, como por ejemplo Cosworth para tener la exclusividad que todo equipo de Fórmula 1 busca en relación a la planta motriz, ya que es voz populi que equipos como Ferrari o Mercedes brinden a los equipos clientes la especificación no actualizada de las unidades de potencia.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Más que un simple Gran Premio

El Gran Premio de Italia en Monza, es una prueba viviente de la pasión de los fanáticos del motorsport.


   Existe un país  en el continente europeo muy tradicionalista y pasional conocido no sólo por la calidez de su gente, sino también por albergar a grandes personajes de la Historia de la Humanidad que dejaron su impronta en el arte, la ciencia, y la arquitectura entre otras disciplinas. También en los siglos anteriores a Cristo, supo erigirse sobre sus terruños uno de los Imperios más poderosos y legendarios de la Historia.

   Ese mismo país este fin de semana, será una ocasión más sede del Gran Premio de Italia en el Autódromo Nazionale Di Monza, situado en la localidad de Monza, al norte de Milán. Dicho circuito es diferente a cualquier otro de los veinte que integran el calendario, no específicamente por su fisonomía y paisaje, sino porque se ha convertido con el pasar de las décadas un ícono de Italia y también el hogar del equipo más laureado de la historia de la Formula 1, la Scudería Ferrari. Otra característica únicamente presente en el circuito de Monza es que lograr reunir a miles de fanáticos del mundo del motor incluyendo a los famosos Tifosi (Aficionados de Ferrari) que acuden año tras año al templo del automovilismo para ver al equipo de sus amores competir por la victoria.

   Por otro lado, Monza no es especial para mí solamente por esos motivos, sino porque como se darán cuenta, soy como una pronunciada parte de los habitantes de mi país descendiente de inmigrantes italianos, y desde chico me sentí identificado con el país transalpino y la bandera de Ferrari. Si bien en los últimos años dejé un poco de lado ese aprecio hacia Italia, no hay un momento en el que el himno de aquél país no me ponga la piel de gallina y con más razón si gana una Ferrari.


   La Scudería ganó en el legendario autódromo diecisiete veces, pero en otras tampoco pudo ganar. De hecho, hay un limbo de varios años entre algunas y otras victorias, siendo así una prueba no tan favorable pero si la más exigente para el equipo de Maranello. La primera desde el comienzo del Campeonato de Fórmula 1, se dio en 1951 de la mano del legendario Alberto Ascari, y la última hasta el momento fue del español  Fernando Alonso en 2010.


                           
  

   Pasaron un montón de ediciones de ésta clásica carrera pero hubo algunas que quedaron en la historia como por ejemplo la de 1971 donde se dio uno de los finales más apretados de la historia, o la memorable victoria de Gerhard Berger en 1988 sobre los imbatibles McLaren Honda, aunque también hubo otras trágicas como la de 1961 en la que tras un accidente fallecieron Wolfgang Von Trips y varios espectadores, o cuando Jochen Rindt perdió la vida tras despistarse en los entrenamientos.


   Para esta nueva ocasión el panorama luce medianamente prometedor para Ferrari y sus seguidores, puesto que a lo largo de ésta temporada el equipo italiano ha logrado un auto competitivo que le permite luchar directamente con el vigente campeón Mercedes, y a pesar del triunfo de los germanos en Spa Francorchamps, la Scudería demostró que tiene el arma correcta para oponerse al poderío de las flechas plateadas en los circuitos donde la potencia y la baja carga aerodinámica son cruciales para lograr la victoria. Por tanto, Vettel y Räikkönen pueden tener en sus manos la chance de arrebatarles a Hamilton y Mercedes el primer puesto, y a su vez descontar la distancia en el Mundial de Constructores. En el caso particular de Vettel, deberá estirar la ventaja que Hamilton logró descontar en la fecha anterior. Mientras que el británico de Mercedes solo debe centrarse en dominar todo el fin de semana para descontar y afirmarse al liderazgo del campeonato.

 Hamilton y Vettel están siendo participes de uno de los campeonatos más emocionantes de los últimos años.


     Del resto de los equipos, los más poderosos parecen ser Force India y Red Bull. Los hindús pueden imponerse a Red Bull si logran hacer una estrategia sólida y hacen definitivamente las paces entre sus pilotos (Cosa que se anunció en la Conferencia de Prensa y quedó aparentemente acordada). Red Bull si bien no tiene un motor tan potente como el del equipo hindú, puede ser superior al equipo de Silverstone pero dependerá de cómo funcione su coche en el circuito, y de la fiabilidad que les privó de obtener valiosos puntos con Verstappen.

   Para concluir cabe destacar que a partir de ahora empieza la etapa en la que muchos equipos definirán su alineación de pilotos para la próxima temporada, y a pesar de que Ferrari ya confirmó sus pilotos hay otros que todavía restan por confirmar, aunque ya habrá tiempo para eso.

martes, 29 de agosto de 2017

Cuando la rivalidad entre compañeros sobrepasa los límites.

     
¿Podrá Force India apaciguar a sus pilotos y recuperar el terreno perdido?


 
   En el mundo del motor y especialmente en la Formula 1, hay una frase erigida como una ley, incluso aplicable a otros ámbitos. Dicha frase se titula: “No hay mayor rival que tu compañero de equipo”. Si nos ponemos a pensar y nos centramos en la perspectiva del automovilismo, es certera, puesto que no hay piloto que no se compare con su compañero de equipo. El compañero, en efecto, es como el punto de partida que cada uno toma para visualizar su nivel y potencial. Por supuesto que las comparaciones son odiosas y muchas veces dejan que desear, pero también  tienen su lado positivo ya que en efecto aumentan la motivación e incitan a seguir trabajando cada vez más en busca de un objetivo. Aun así el asunto concerniente es otro.


   Las convivencias entre compañeros de equipo en la F1 no siempre son amigables y debido a la alta competitividad de los deportistas de la categoría, salvo algunas excepciones, es normal que florezca una rivalidad que no siempre se puede controlar de forma eficaz, lo cual edifica un ambiente de división y discordia dentro del equipo. Algunos grandes ejemplos son la de Reutemann y Jones en 1981, Mansell y Piquet en 1986 y 1987, o Senna y Prost entre 1988 y 1989, y recientemente Hamilton y Alonso durante 2007 o Webber y Vettel de 2010 a 2013 entre otras. Sin embargo en otras ocasiones, algunos equipos para evitar este tipo de problemáticas, optaron por aplicar un orden donde un piloto sabía de antemano cuáles eran sus límites. Caso conocido es el de la Scudería Ferrari cuya dirigencia siempre optó por una política deportiva con órdenes de equipo designando a un piloto número 1 y un numero 2 para  lograr los objetivos e intereses fijados.


   Durante ésta temporada se fue gestando una contienda interna entre los pilotos del equipo Force India que comenzó en Canadá con la negativa de Pérez a cederle la posición a su compañero Ocon para intentar asaltar el podio. Más allá de la desilusión de Ocon por no haber concretado la estrategia que pidió, era entendible la actitud de Pérez puesto que a los corredores les molesta acatar órdenes de equipo lo que supone un cierto golpe al orgullo de estos, pero la situación no se quedó ahí.


   En el Gran Premio de Azerbaiyán mientras ambos pilotos se disputaban una posición, Ocon pecó de atrevido y encerró al piloto mexicano provocando el primer estallido de ésta rivalidad, y privando a su equipo de la cosecha de puntos importantes. En Austria y Gran Bretaña las aguas se calmaron, pero en la largada de la carrera de Hungría, Pérez golpeo levemente a su compañero tras la primera curva, situación nimia y desapercibida que si la analizamos de forma profunda agrega leña al fuego.

                                                       

                 

   Tras el parón de verano, la Formula 1 regresó a la acción en Spa Francorchamps y cuando el asunto de los pilotos del equipo dirigido por Vijay Mallya parecía haberse quedado atrás, las chispas volvieron a saltar en la largada con el encierro del mexicano al francés en la zona de Eau Rouge que en un principio no tuvo ningún daño. No obstante entre el medio y el final de la carrera, Pérez volvió a empujar en el mismo lugar contra el muro a Ocon provocando la rotura de un flap del alerón delantero en el coche del francés y un pinchazo en el coche del azteca que lo dejó fuera de combate. 


                          



   Por otro lado, considero que la responsabilidad es en gran medida del mexicano porque la alevosía con la que encerró al galo fue totalmente notoria. Otro aspecto a tener en cuenta es que si bien Pérez tiene un gran nivel como piloto, está lejos del grupo de los considerados top,  circunstancia que le obliga a arriesgarse para impresionar a los equipos de primer nivel. Además, checo tampoco esperaba encontrar en el piloto francés una fiera. Por consiguiente, quitando del asunto los incidentes con su compañero donde también carga con la culpa o responsabilidad, sus cualidades como piloto son dignas de admirar, ya que siendo casi un novato es capaz de poner en aprietos al experimentado mexicano, llevándolo incluso a éstas situaciones críticas donde el hispanoamericano es víctima de su ego e impulsividad.


   Es hora de que el equipo con sede en Silverstone tome cartas en el asunto e imponga el orden necesario para evitar que episodios como los mencionados los priven de seguir sumando puntos, y lograr -si las circunstancias lo permiten- resultados mejores a los que vienen consiguiendo porque tienen un vehículo con potencial para seguir aspirando a más.


   Otro asunto importante para remarcar, es la prioridad de los pilotos dentro del equipo porque Ocon es piloto junior de Mercedes –equipo que provee motores a los hindúes- y por ende tiene más peso que Pérez en la escudería.
   Si el caos prosigue en Force India, no hay duda de que la principal cabeza que ruede será la del mexicano puesto que Ocon tiene el futuro por delante, y el mexicano tiene solamente su lugar actual siendo a priori el que más tiene que perder.  

miércoles, 9 de agosto de 2017

En el ecuador de una auténtica lucha de titanes

Los principales contendientes al Campeonato. Hamilton a la izquierda y Vettel a la derecha





Tras el pasado Gran Premio de Hungría, hemos llegado al parón veraniego de una espectacular temporada de la Formula 1 que cuenta con dos equipos pujando desmedidamente por el liderato. Si bien en los últimos años tuvimos algunos campeonatos reñidos, ésta edición la cual todavía tiene 9 rondas para su final, se va del Hungaroring con el campeonato más caliente que nunca separando a dos pilotos por un estrecho margen de 14 puntos.


   Nadie se esperaba una batalla por el certamen de una magnitud similar a la que estamos presenciando, puesto que a principio de este año lo lógico era que Mercedes prosiga defendiendo con holgura el dominio ejercido desde 2014, o bien que Red Bull se tornase más competitivo para confrontar el poderío de las flechas plateadas. Pero no contábamos con la astucia de un gran equipo, aquél equipo que había sido relegado al papel de tercero en discordia. La Scuderia Ferrari, que pasó todo el invierno europeo en silencio tratando de fabricar un monoplaza capaz de revalidarse en la lucha por el torneo y quitarse de encima la amarga campaña del 2016 donde no pudieron ganar ni una sola carrera.

   Los test de Invierno dejaron en el equipo italiano y toda su afición una sensación positiva, puesto que con el transcurrir de las jornadas fueron encontrando las virtudes de un monoplaza que a primera impresión dio por finiquitado un aspecto muy cuestionado a la gente de Maranello durante los últimos siete años, la pérdida de carga aerodinámica.


   Por supuesto que hasta Australia Ferrari se veía cautelosa y era una incógnita saber a ciencia cierta en que parte de la grilla iban a estar sus coches ya que durante los test habían mostrado un rendimiento similar al de Mercedes, y gestionaban muy bien el desgaste de los neumáticos. En la carrera Ferrari se mostró competitivo y gracias a una muy buena estrategia, se logró imponer a las flechas plateadas que encontraron problemas para seguirles el ritmo a los italianos. Luego en China todo el fin de semana fue de Mercedes aunque la Scuderia no estuvo muy lejos, e incluso pudo haberle disputado la victoria con Vettel a Hamilton, pero perdió tiempo enfrascado en una lucha con su compañero Raikkonen y Ricciardo, lo que alejó totalmente de la estela del británico al piloto alemán.


                                     
La lucha entre Mercedes y Ferrari era un ingrediente necesario para la Formula 1. Me recuerda a la lucha de McLaren y Ferrari entre 2007 y 2008.



   Concluidas las dos primeras carreras, se fue dando una alternancia de victorias entre Ferrari y Mercedes, culminando en Azerbaiyán con la sorpresiva victoria de Red Bull junto a Daniel Ricciardo que capitalizó varios errores de la gente de punta incluyendo los toques entre Hamilton y Vettel durante el auto de seguridad, y luego los empujones de Pérez y Ocon que también contribuyeron a la victoria del australiano de Red Bull.


   Si quitamos del medio la fecha de Azerbaiyán, desde Canadá hasta Hungría se vislumbró una pronunciada superioridad de Mercedes frente a Ferrari, puesto que Bottas y Hamilton se adjudicaron esas tres carreras. Esa superioridad fue posible gracias al gran rendimiento del W08 en los circuitos rápidos, mientras que en los más revirados Ferrari fue quien logró imponerse a los vigentes campeones.


   Por otro lado, Red Bull viene siendo el tercero en discordia, puesto que desde el inicio del campeonato se han visto relegados a causa de la fiabilidad y la merma de rendimiento en las unidades de potencia Renault, que todavía se encuentran un poco lejos de Ferrari y Mercedes. De hecho la victoria de Ricciardo en Bakú solo fue posible gracias a las circunstancias de una carrera que como he mencionado en un par de párrafos más arriba, se presentó como atípica, y dudo que en condiciones normales puedan hacerle oposición a los dos primeros del campeonato, a menos que Renault lograse una mejora sustancial de la unidad de potencia en las próximas nueve carreras. Por tanto su lucha “real” sería con Force India a quienes aventajan con 83 puntos.


 
Ricciardo en su victoria "casual" de Azerbaiyán.



     Force India de momento se encuentra en buena forma aunque podrían estar un poco mejor. Los de Vijay Mallya siempre han sabido sacarle provecho a un presupuesto ciertamente limitado en comparación del manejado por Ferrari, Mercedes, y Red Bull, que es sumamente cuantioso. De hecho este año recibieron una suculenta lluvia de patrocinadores que le permiten ser a priori el mejor de los equipos modestos, pero por cuestiones egoístas de sus pilotos han desperdiciado las pocas oportunidades que tuvieron para conseguir resultados sobresalientes, incluso se especula que de no haber ocurrido el incidente de Azerbaiyán podrían haber capitalizado los errores de Mercedes y Ferrari, para llevarse la victoria a casa, deseo que se hizo cenizas. Aun así todavía puede haber alguna chance que la gente de Silverstone aproveche de la mejor manera y la reditúe en victoria.


   Del resto de los equipos no ha cambiado absolutamente nada, la única sorpresa positiva fue Renault que ha obtenido un salto de calidad respecto al pasado año y solo están detrás de Haas, Toro Rosso y Williams por la ausencia de un piloto que rinda al nivel del Hulkenberg. Lamentablemente para el equipo con sede en Enstone su segundo piloto, Jolyon Palmer, ha estado por debajo del rendimiento que sus jefes esperaban, por tanto no sería una novedad si al final de temporada o incluso antes los franceses se deshacen del piloto británico.

Hulkenberg, el salvador de Renault.




   Para finalizar con la reseña sobre los equipos vale destacar que por otro lado la sorpresa negativa sin lugar a dudas fue McLaren Honda. Si a mediados de febrero vaticiné que iban a mejorar, la realidad cruelmente me sorprendió. Otro año más de fracasos para la escuadra anglo japonesa que sigue atorada casi en el fondo de la tabla, y vive constantemente sufriendo fallas en la unidad de potencia Honda. Prometen para el final de temporada una mejora pero de aquí a que se acerquen al grupo de punta hay un extenso limbo. Aun así el MCL32 no aparenta ser un mal coche, prueba de ello son los resultados obtenidos durante el pasado Gran Premio de Hungría en un circuito donde prima más el chasis que la planta motriz del coche.

                                                   
McLaren Honda es con creces la gran decepción de 2017.


   Centrándonos en los pilotos, y quitando de la atención a Hamilton y Vettel que vienen haciendo una excelente campaña, voy a destacar a varios que me han sorprendido tanto para bien como para mal durante ésta primera mitad de temporada:


    Los mejores:
  • Esteban Ocon: Tras sus primeras andanzas en Manor allá por 2016, su promoción a Force India fue el salto de calidad que el prometedor francés andaba necesitando. Ha demostrado no temer a su experimentado compañero Sergio Pérez, y se convirtió en un dolor de cabeza para el mexicano a tal punto de desatar un conflicto en el equipo con sede en Silverstone. Ocon es un piloto a tener en cuenta de aquí al futuro.
  • Fernando Alonso: No es una novedad que las actuaciones del bicampeón asturiano siempre sean remarcadas, pero este año el catalogado como el piloto más completo de la categoría, ha sabido sacarle partido a un coche tan pobre como traicionero. Sus últimos resultados son una prueba viviente, incluso las clasificaciones de Barcelona, Silverstone y Budapest también reflejaron que el español está más fuerte que nunca. ¿Qué será de él cuando tenga un vehículo competitivo?
  • Valtteri Bottas: Si bien no debería extrañar su rendimiento, ha sido mucho mejor de lo previsto, puesto que todos esperaban en el finés que fuese una especie de “Barrichello” para Lewis Hamilton, no obstante el piloto de 27 años ha sabido lidiar con la presión que implica pilotar para el mejor equipo del campeonato. Con dos victorias en su alforja no está tan lejos de la lucha por el título.
  • Pascal Wehrlein: Otro de los que nadie apostaba una moneda por su labor. Tras perderse las dos primeras fechas, volvió y enseguida recuperó su rendimiento, y marcó territorio en Sauber al imponerse a su compañero Marcus Ericsson tanto en clasificación como en carrera, logrando los únicos puntos de la escudería helvética hasta el momento. Su futuro está en el aire pero aún falta para 2018.
  • Daniel Ricciardo: Uno de los grandes pilotos de la grilla, siempre cercano al grupo de punta. Hasta ahora no tuvo un vehículo que le permita pelear de tú a tú con Mercedes y Ferrari pero cuando las circunstancias se dieron, el australiano no desaprovechó las oportunidades para brillar.   


Regulares:

  • Max Verstappen: No es un año fácil para el piloto holandés, ha demostrado que su talento sigue intacto y es una fiera dentro del circuito pero ha tenido muchos percances mecánicos y alguna que otra metida de pata pero nada grave. Si las cosas se ponen a su favor, mucho cuidado. Max está con todas las luces.
  • Nico Hulkenberg: Era sabido que su nueva aventura no iba a ser sencilla, aun así como actual líder del proyecto de Renault está muy bien encaminado gracias a su experiencia. Cuando tenga un mejor vehículo se verá su certero potencial, ojalá suceda antes que otros pilotos lo terminen relegando.
  • Kimi Raikkonen: Siempre en el ojo de la tormenta, y el principal blanco de críticas por parte de la prensa. Su rendimiento es regular, suele estar cerca de Vettel, aunque generalmente vive arrastrando numerosos problemas que condicionan su andar en la pista. Considero que talento tiene de sobra todavía, su pole en Mónaco le da rédito. En Hungría su ritmo fue bueno y estuvo cerca de disputarle la victoria a Vettel, pero Ferrari decidió que no le haga sombra al alemán. Esperemos que cuando tenga una nueva chance de victoria no se vea perjudicado por las órdenes de equipo de los italianos.
    Los peores:
  • Daniil Kvyat: Desde su polémico descenso a Toro Rosso el piloto ruso no ha encontrado su forma y constantemente está inmerso en accidentes. Sus resultados en clasificación tampoco son envidiables, es miembro habitual de la mitad y el fondo del pelotón. Tiene que mejorar o su aventura en la Formula 1 será historia.
  • Stoffel Vandoorne: Se esperaba un poco más del joven belga, pero tampoco mucho se le puede reprochar al ser casi un debutante y cargar con la presión que significa ser compañero de Fernando Alonso. Tiene tiempo todavía para aprender y progresar.
  • Jolyon Palmer: Si fuese su primera temporada, la incompetencia del británico pasaría desapercibida. Pero tras once carreras, no hay nada nuevo bajo el agua y no se acerca ni por asomo a su compañero Hulkenberg. Sus días en la máxima categoría parecen contados, y ya se especula con el regreso de Robert Kubica para reemplazarlo en Renault.
  
   No queda mucho tiempo hasta el GP de Bélgica en el mítico Spa Francorchamps, donde a finales de agosto la Formula 1 dará luz verde a un nuevo tramo del campeonato. La lucha entre Ferrari y Mercedes promete ser feroz y es la gran esperanza de acá hasta el desenlace del 2017. Solo queda rogar por el bien del campeonato que ninguno de los dos equipos tome una ventaja que desvirtúe totalmente la competitividad mostrada hasta el momento.

viernes, 21 de julio de 2017

El Halo de la discordia


De todas las opciones existentes, el Halo resultó ser la idónea, al menos para la FIA.




 
   El flamante y controvertido halo, ha sido una pieza muy criticada desde su conceptualización hasta su homologación para la próxima temporada de la Formula 1, la cual fue decretada hace algunos días. De hecho, cuando se reunió el Grupo de Estrategia, comandado por los grandes equipos de la categoría reina, para decidir sobre la aprobación de este aditamento, 9 de los 10 equipos se opusieron. Aun así la FIA (Federación Internacional del Automovilismo) tomó cartas en el asunto y dio lúz verde para adornar los coches de 2018.

   El halo fue ideado por  Mercedes en 2015 como posible protección para los pilotos ante los impactos de neumáticos, o cualquier otra pieza desprendida de vehículos que venga en dirección frontal o lateral. Con el objetivo de evitar infortunios como el de Henry Surtees en la Formula 2 en 2009, o el de Justin Wilson en la Indycar en dicho año.

   No obstante, lo que virtualmente parecía ser una solución a aquellos temores, se convirtió un problema más debido a la sensación que generó en la parrilla, la cuál no fue buena porque obstruía la visibilidad de los pilotos. Incluso se especuló que retrasaría el proceso de extracción del corredor del monoplaza en caso de un accidente como el que sufrió Fernando Alonso en el GP de Australia de 2016.

   Hubo opiniones de todos los colores acerca de la implementación de éste artilugio, aunque la mayoría fueron negativas. De acuerdo a diferentes personalidades de la Formula 1 y gente afín a la categoría automovilística (de hecho me incluyo en ésta última lista), el halo, en efecto, estaría matando la esencia de lo que es un monoplaza de competición y más precisamente un Formula 1, porque éste tipo de vehículos siempre se ha caracterizado por llevar la cabeza del piloto al descubierto, por tanto estéticamente es contraproducente. Además si brinda más dificultades que facilidades a la hora de realizar el proceso de extracción, deja de ser viable.

Así es la visibilidad de un piloto con el halo, como se podrá apreciar, el rango de visión está condicionado.
                                   

   Lamentablemente como viene ocurriendo desde hace varios años, la FIA solo se limita a tomar medidas que discrepan totalmente de la visión del aficionado a la máxima categoría del deporte motor, y da mucha pena porque hacen caso omiso a lo que verdaderamente quieren los fanáticos del deporte, puesto que no se puede pretender la aplicación de aditamentos que no garantizan al 100% la integridad del piloto, ni siquiera con una cúpula como la de los aviones de combate. Además la seguridad en el automovilismo está en su punto álgido, y a veces el riesgo es tanto parte de la vida misma como de la Formula 1.

   He leído que muchos fans dejarían de seguir la Formula 1 en el caso de que el uso del halo esté totalmente insertado, pero tambien hay que saber que es cuestión de tiempo para que en algunas décadas futuras los monoplazas de carreras adquieran otra fisonomía, donde hasta quizás haya presencia de otros artilugios que a día de hoy no parecen realistas.

   Yo probablemente siga la Formula 1 porque como todos saben es mi deporte favorito, y no por un simple pedazo de metal en forma de chancleta voy a abandonarla, aunque admito que pensar en el halo no me da buenas perspectivas de cara al futuro de la categoría reina, y considero que el público debería también hacer sentir su actitud crítica hacia ésta polémica medida. Aunque guste o no los "dueños de la pelota", en este caso el Presidente de la FIA y su séquito,van a hacer caso omiso a todas éstas cuestiones en favor de una noción de seguridad que no tiene mayor margen de mejora que la existente.

viernes, 16 de junio de 2017

De Río Tercero a La Sarthe

 

Pechito López está ante la gran oportunidad de aumentar su leyenda. Aquí junto a todo el equipo del Toyota Gazoo Racing.




   Si nos detenemos a mirar un poco hacia atrás, la historia automovilística de nuestro país es muy rica puesto que hemos tenido la suerte de cobijar a grandes pilotos como el legendario Juan Manuel Fangio, José Froilán Gonzalez, y Carlos Alberto Reutemann entre otros próceres de nuestro deporte motor. Además tambien fuimos y somos privilegiados de poder alojar eventos de gran calibre como lo son el Rally Mundial en Córdoba, y la Moto GP y el WTCC en Santiago del Estero, como también en su momento tuvimos un Gran Premio de Formula 1 en Buenos Aires.
 
 
   Sin embargo tambien tenemos un lado oscuro en lo que respecta a representantes argentinos, de hecho hay de todo tipo: desde los tragicómicos pasos de Esteban Tuero y Gastón Mazzacane por la Formula 1, hasta los infortunios de Oscar Larrauri.
 
   También hubo pilotos con gran talento como Esteban Guerrieri, Norberto Fontana y José María Lopez que por falta de apoyo económico y otras circunstancias no tuvieron la chance de defender nuestra bandera en la Formula 1.
 
 
   José María Lopez, mejor conocido como "Pechito Lopez", fue en su momento una de las grandes promesas que tenía Argentina en el automovilismo europeo. De hecho integraba el Renault Driver Development, una academia de jóvenes pilotos que se encargaba de formar talentos para que lleguen a la máxima categoría del deporte motor. Lamentablemente por falta de apoyo económico Pechito vió como se esfumaban -en ese entonces- sus posibilidades en el viejo continente, aun así fue de los pocos pilotos de la academia que tuvo la chance de probar los Renault campeones de Formula 1.
 

Durante 2005 y 2006 tuvo la chance de testear el Renault campeón de Fernando Alonso.
                                         

   Después de ese bache el piloto cordobés tuvo que regresar a nuestro país para seguir su carrera como piloto. Recaló en varias categorías nacionales de autos de turismo, donde logró 4 campeonatos y numerosas victorias lo que le permitió labrar su nombre entre los grandes pilotos del ámbito local.
 

Tuvo un gran paso por el TC 2000. Resultó tricampeón de dicha categoría.
                   

   Tras los éxitos en Argentina, le llegó una gran oportunidad en el WTCC (Campeonato Mundial de Autos de Turismo), donde de la mano Citroen se coronó tricampeón de la categoría ejerciendo un dominio infranqueable sobre su compañero y rival Yvan Muller. Ésto no sólo reivindicó su nombre en el plano internacional, sino que también le permitió ser tenido en cuenta por el equipo DS Virgin para la Formula E y por Toyota en el WEC (Campeonato Mundial de Resistencia), confirmándose en efecto su participación para las 24 Horas de Le Mans.
   
Momento cumbre del cordobés, obtuvo su primer campeonato del WTCC en Suzuka 2014.
                                             

   Este año Pechito debutó accidentandose en la fecha inagural del WEC en Silverstone, y por algún momento se puso en duda su participación para las 24 horas de Le Mans pero se recuperó a tiempo y solamente se tuvo que perder la carrera en Spa Francorchamps debido a otras razones.
 

   Hablando un poco de Toyota, equipo en el cuál compite el oriundo de Río Tercero, ha mejorado mucho su nivel últimamente, y exceptuando 2015, ha sido competitivo tanto en 2014 cuando salieron campeones de la categoría, como en 2016 cuando estuvieron cerca de ganar la mítica prueba francesa donde a una del final, la mecánica traicionó cruelmente al equipo japonés.
 
 
   Por otro lado espero como todo argentino que vio correr a Pechito López que pueda ganar la competencia ya que colocaría nuevamente en lo más alto a nuestra bandera celeste y blanca. Y por sobre todas las cosas, más allá del resultado que obtenga en Le Mans, que siga despuntando magia de sus muñecas, porque de todos modos el cordobés está desde hace rato entre los grandes campeones del automovilismo argentino.